El estilo directo para la reconstrucción subjetiva de los hechos.

QUIROGA MACARENA; RAMÍREZ MARÍA LAURA; STRZELECKI MILAGROS

La Plata

Encuentro; Coloquio Estudios del diálogo: nuevas tendencias; 2016

En el presente trabajo nos proponemos analizar el uso que se hace del discurso directo en las narrativas. William Labov (1967) definió a las narrativas como el relato de una secuencia de eventos que pertenecen a la biografía del hablante y que son presentados mediante una secuencia de cláusulas que coinciden con el orden original de dichos eventos. Su estudio permite no solo entender cómo el hablante presenta los hechos, sino también identificar su subjetividad en la recapitulación de los sucesos. Por su parte, habitualmente se denomina discurso directo a ?aquel en el que el narrador reproduce textualmente las palabras de otra persona? y por indirecto a ?aquel en el que el narrador transmite lo dicho por otra persona sin reproducirlo textualmente? (Real Academia Española, 2000). De esta manera, el uso del estilo directo representa una reproducción literal de las emisiones de los personajes mientras el indirecto es un parafraseo de sus palabras. En el marco del estudio de las narrativas, Susanne Günthner (2000) señala al discurso directo como una forma de escenificar las escenas de pelea. Los narradores utilizan este recurso para introducir los elementos prosódicos que contextualizan el discurso. A partir del análisis cualitativo de nueve narrativas en torno a un tema común (incidentes en la vía pública): cuatro provenientes de conversaciones espontáneas y cinco de entrevistas semiestructuradas. Nos proponemos comprobar que en este corpus el estilo directo se utiliza para la reconstrucción subjetiva de los hechos por parte de los hablantes a partir de dos funciones distintas: el discurso directo para la construcción del personaje (utilizada para representar a los distintos personajes) y el discurso directo para la construcción de la narración (reemplaza las cláusulas narrativas y aporta dinamismo al relato).