INVESTIGADORES
SAEZ Mariana Lucia
artículos
Título:
Céfiro 15.15. Presencia-ausencia del cuerpo en el curce entre danza y tecnología
Autor/es:
MARIANA SAEZ
Revista:
Arte y Cultura. Anuario.
Editorial:
EDULP. Editorial de la Universidad Nacional de La Plata
Referencias:
Lugar: La Plata; Año: 2013 vol. III p. 66 - 66
ISSN:
2250-7019
Resumen:
Céfiro 15.15. Presencia-ausencia del cuerpo en el cruce entre danza y tecnología. Por Mariana Sáez Céfiro 15.15 es una obra-instalación escénica multimedial, creada a partir de la reutilización y resignificación de elementos previamente concebidos y de la yuxtaposición in situ de diferentes lenguajes y materialidades. Tomando como punto de partida Céfiro, instalación sonora y visual, creada por Emiliano Seminara y Eduardo Stijar para la II Bienal de Arte y Cultura de la UNLP, se propone para el ciclo En2Tiempos una nueva obra-instalación que toma por base los materiales previamente desarrollados, pero que los modifica avanzando en la incorporación articulada de danza y programación. La superposición de las diferentes capas discursivas, cada una con su lenguaje específico, genera un espacio híbrido, en el que los límites disciplinares comienzan a desdibujarse. Hay video, música, danza, pero la imbricación de estos elementos entre sí se da de modo tal que no pueden aislarse el uno del otro sin que se pierda una parte fundamental del sentido y de la experiencia estética propuesta. El video, que a priori podría parecer que actúa sólo como dispositivo escenográfico, trasciende ampliamente esa función constituyéndose en el principal mediador entre los elementos que componen la obra-instalación, al mismo tiempo que se convierte en vector del movimiento y de la constitución del cuerpo al interior de la obra-instalación. La relación presencia-ausencia-acumulación, eje de la propuesta de Céfiro 15.15, es abordada desde cada uno de los lenguajes: movimiento, música, video; pero es también, y fundamentalmente, generada en la relación entre cuerpo/s y dispositivos tecnológicos. Los cuerpos aparecen, desaparecen y reaparecen en el espacio en función de las luces y sombras ofrecidas por la proyección, que a su vez son determinadas por la reactividad del video a la propuesta sonora. La superposición de las proyecciones bidimensionales sobre los cuerpos tridimensionales en movimiento, genera una confusión de volúmenes y planos, figuras y fondos, en las que los cuerpos pierden su singularidad y autonomía, disolviéndose y rematerializándose sucesivamente. El recorte propuesto por el juego de luces y sombras, blancos y negros, fragmenta la unidad corporal, ofreciendo a la vista una mano, un pie, un codo, y sólo ocasionalmente un cuerpo completo. Los cuerpos son deconstruidos por el video, y esta deconstrucción parece arrastrar consigo la unidad del sujeto: los cuerpos y sus fragmentos se mezclan, se confunden y se indistinguen entre sí y en relación a la imagen proyectada. No hay una relación clara entre figura y fondo, entre cuerpo e imagen, pudiendo ser indistintamente tanto lo uno como lo otro. El cuerpo no es aquí materia básica única ni dispositivo central. Está presente, pero ya no es el centro, y en ese sentido hay también una ausencia del cuerpo. O se trate quizás de otra forma de presencia, virtualizada o mediatizada por diferentes dispositivos, aparatos o interfases; una nueva forma posible de presencia-ausencia del cuerpo, en el cruce entre danza y tecnología.