El juego: una matriz para el desarrollo de la argumentación.

MIGDALEK, MAIA JULIETA

Bariloche

Encuentro; III Encuentro de Investigadores en Desarrollo Cognitivo y Educación; 2014

Centro Atómico Bailseiro, Bariloche, 3 al 5 de abril de 2014. Universidad Nacional del Comahue, Universidad Nacional de La Plata, Universidad Nacional del Rosario

Este trabajo presenta los resultados de un investigación sobre las habilidades argumentativas de niños que viven en poblaciones urbano marginadas de Buenos Aires, entre los 3 y los 5 años, durante disputas en situaciones de juego en el jardín de infantes.             Aunque diversos trabajos atendieron a la argumentación infantil (Stein y Albro, 2001; Eisenberg, 1987; Crespo, 1995; Peronard; 1992; Mercier, 2011; Faigenbaum, 2012, entre otros) o bien no se concentraron en las disputas en situaciones de juego, o bien las analizaron mediante categorizaciones propias del discurso adulto. Asimismo, tampoco analizaron la información de otros campos semióticos (Goodwin, 2000) yuxtapuesta con las estrategias verbales. Es por ello que en esta  investigación se atendió a las estrategias argumentativas verbales y no verbales que los niños utilizan en disputas en situaciones de juego para sostener sus puntos de vista. El corpus consta 124 disputas entre pares registradas en videofilmaciones. El análisis siguió una lógica cualitativa que articuló el método comparativo constante (Strauss y Corbin, 1991), las herramientas del Análisis de la Conversación y conceptos de investigaciones previas sobre argumentación en niños. El análisis inductivo permitió identificar estrategias argumentativas verbales -reiteración, narración, descripción, anticipación, generalización, apelación a la autoridad, cortesía y propuesta alternativa- y no verbales -reforzadores del punto de vista, recursos para proveer evidencia y recursos destinados a conmover-. Luego se realizó un análisis cuantitativo de las estrategias verbales según la edad de los niños y el tipo de juego -dramático, construcciones y reglados. El análisis mostró, entre otros hallazgos, que a partir de los 4 años, las diferencias entre el uso de estrategias argumentativas y la mera expresión del punto de vista son significativas (t(28) = 5.89, SE = 0.31, p < .001), diferencias que se mantienen a los 5 años (t(61) = 5.88, SE = 0.35, p < .001).