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Existen dos aspectos del fenómeno del Rojas que pueden ser pensados como producto del habitus. 1- Nos referimos, en un primer sentido, al habitus como el tipo de condicionamientos que inclinan a los actores a desarrollar determinadas estrategias ?de mayor o menor grado de adaptación y de ruptura. Por qué optan por unas y no por otras. El habitus permite interpretar las distintas opciones e intervenciones de Gumier Maier como intelectual, que realiza con anterioridad a su rol como director de la Sala del Rojas, como parte de un sistema de actitudes basadas en una determinada de relación con el mundo, determinada por sus experiencias vitales. Es decir encontrar por detrás de las opciones que realiza un tipo de actor, un tipo de artista, con un determinado ethos artístico y que el análisis de estas opciones como totalidad ayuda a describir. 2- En segundo lugar, el habitus también permite interrogar el modo de constitución del Rojas, tanto su cohesión hacia el interior, como su división y diferenciación con respecto a otros espacios. Es decir, identificar las raíces sociales de las afinidades que atraen entre sí a los individuos que van a constituir el grupo de artistas nucleados por el director de la sala. Y, también como parte de esta estrategia de definiciones, permite pensar las razones de los ?rechazos? hacia otros espacios que lo ayudan a definir su propia diferencia dentro de este espacio de luchas. Podremos avanzar en las motivaciones no necesariamente conscientes que inclinan a estos artistas, por un lado, a reunirse, a través de operaciones sostenidas en el gusto de GM, es decir, su sistema de apreciación estética como indicador de valores sociales inconscientes que determinan sus opciones artísticas. Y, por otro lado, a enfrentarse a quienes él y sus amigos cercanos reconocen como sus ?otros sociales?.

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