INVESTIGADORES
SVERDLOFF Mariano Javier
artículos
Título:
Archivos de la biopolítica: cifrados, imposturas y desvíos entre el género y la literatura (reseña de actualización bibliográfica sobre libros de Ferro, Molloy y Robbs)
Autor/es:
MARIANO SVERDLOFF
Revista:
EXLIBRIS
Editorial:
Universidad de Buenos Aires - FFyL
Referencias:
Lugar: Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Año: 2013 p. 234 - 240
ISSN:
2314-3894
Resumen:
La presente es una reseña de actualización bibliográfica, que comenta Ferro, Gabo, Degenerados, anormales y delincuentes. Gestos entre ciencia, política y representaciones en el caso argentino, Buenos Aires, Marea editorial, 2010; Molloy, Sylvia, Poses de fin de siglo. Desbordes del género en la modernidad, Buenos Aires, Eterna Cadencia, 2012; Robb, Graham, Extraños. Amores homosexuales en el siglo XIX, México, FCE, 2012 (primera edición en inglés: 2003). Como se sabe, el siglo XIX vio surgir una novedosa serie de prácticas y discursos biopolíticos en torno a la sexualidad, la salud, la familia, la locura, la delincuencia o la pedagogía. Cuestiones tales como el uranismo, el safismo, la natalidad o la histeria ocuparon un lugar central en la red de disciplinas y lenguajes que roderaron la emergencia y la consolidación del estado-Nación. El cedazo normalizador de la biopolítica se extendió a los campos jurídicos, médicos, económicos, morales y culturales, lo cual posibilitó establecer toda una serie de préstamos y traducciones que atraviesan los más variados discursos. Las metáforas laxas y polivalentes de la "degeneración" y la "decadencia" posibilitaron la inscripción de un mismo individuo en diversos registros: el degenerado es a la vez un ser amoral, enfermo, improductivo, y que puede mostrar, en el terreno artístico, una extraña afición por las arias de Wagner o las delicuescencias de Verlaine. Estamos ante un fenómeno sumamente complejo: la literatura se medicaliza y la medicina se vuelve literatura, lo cual genera un discurso inestable y por momentos inasible, tal como analizan los textos que aquí comentamos.