INVESTIGADORES
DUGHERA Lucila
capítulos de libros
Título:
Saberes digitales en tiempos de incertidumbre
Autor/es:
DUGHERA LUCILA; BORDIGNON FERNANDO
Libro:
El algoritmo de la incertidumbre: los códigos invisibles de nuestra sociedad
Editorial:
Gedisa
Referencias:
Año: 2021; p. 71 - 84
Resumen:
Felipe camina y camina las calles de su barrio buscando señal, antes de la pandemia se paraba en la puerta de la que fue su escuela y se quedaba horas enganchado a Internet. Ahora, a pesar de las sugerencias de confinamiento, está a la ?caza? de wifi libre porque tiene que conectarse con la empresa Sutex para saber si recibieron su currículum. Entre las líneas de rotura de la pantalla de su celular, trata de leer los mails entrantes. El no puede jugar a Hepti, el juego de moda, porque no tiene suficiente memoria ni procesador, pero toma revancha jugando a Lógica y Preguntas, después de aprender cómo se juega en un video. Mientras tanto, cada cinco minutos, como un relojito, va enviando mensajes a un grupo de amigos sobre la polémica del penal del domingo. En ese mismo momento, Mara que vive en otro barrio, tiene sus cascos puestos y está concentrada frente a una pantalla, donde interactúa con su grupo de amigos y amigas para definir dónde es la próxima reunión de camaradería. A la par, tiene una ventana abierta con un video tutorial sobre construcción de figuras en papel, hoy le toca al elefante, la youtuber Reina del Origami ya le ha enseñado a hacer la garza. La escena continúa con un aviso en Discord de Petra2001, indicando que deben comenzar a desplegar una estrategia nueva en el juego MenteMiente porque los jugadores del equipo TrashBat están avanzando. Aparte, le ha salido un pequeño negocio que le reporta algún dinero semanal, ayuda a su prima mayor Pili en la búsqueda de errores de diseño de navegación en sitios web. Finalmente, Mara está en una videoconferencia con su amigo-novio ayudándole a resolver ejercicios sobre ecuaciones de segundo grado, mañana hay examen y Rafa está asustado.En el cotidiano de Felipe y Mara, se observan saberes digitales por doquier. Estos, junto con la conexión a Internet y la disponibilidad de alguna pantalla, les permiten organizarse, aprender, entretenerse, ganar algún dinero y enseñar a pares, entre otras cuestiones. A pesar de las diferencias de recursos a los que pueden acceder estos dos jóvenes, cada uno despliega en su contexto un conjunto de prácticas digitales. Más específicamente, la vida de estos adolescentes, y de la mayoría de los jóvenes, se organiza a través de chats; aprenden de videos de YouTube aquellas cosas que los motivan; juegan videojuegos sociales en línea, que le permiten desplegar estrategias de coordinación con su equipo; generan pequeños ingresos regulares aplicando lo que aprende en la red y finalmente, en ocasiones son capaces de enseñar a sus pares, en este caso, temas escolares. Ahora bien, del conjunto de saberes que despliegan Felipe y Mara en su cotidiano, ¿cuántos derivan de su tránsito por la vida escolar?, ¿Cuántos de estos saberes son reconocidos y tomados en cuenta por la educación formal? La misma respuesta para ambos interrogantes, lamentablemente pocos. En este contexto, aquí se alude a los saberes digitales de jóvenes como Felipe y Mara, quienes han aprendido a desarrollarse en el espacio digital a partir de sus motivaciones, obligaciones y preocupaciones. Estos modos de habitar se desprenden en gran parte de lo que el profesor Martín Barbero denominó cambios en los modos de circulación del saber (Martín-Barbero, 2003). Entendido como el quiebre en la transmisión de la cultura moderna y ocasionado, en gran medida, por el desarrollo del paradigma informacional y la proliferación de artefactos digitales de la más diversa índole. En efecto, desde hace un par de décadas, los saberes que antes se encontraban concentrados y mediados ya sea por referentes sociales (maestros, sacerdotes, profesionales) y/o por la cultura libresca, no sólo se han diseminado, sino que se han objetivado en una diversidad de lenguajes y formatos, estando al alcance de casi cualquier persona que disponga de una conexión a Internet. Estas transformaciones se amplificaron y cobraron otras dimensiones durante la pandemia. En consecuencia, estos saberes -fragmentados, desordenados y diseminados en pequeñas porciones- les han permitido ?moverse? a los jóvenes desde su autonomía. En tanto, la escuela parecería comprender parcialmente el lugar protagónico que dichos saberes digitales juegan en el capitalismo informacional y más aún en tiempo de pandemia. Este capítulo se organiza de la siguiente manera. Luego de estas líneas, que ofician de introducción y dan cuenta de un contexto, nos dedicamos de manera sintética a caracterizar la informacionalización de la vida y a precisar algunos de los supuestos sobre los que se han ensayado las diferentes continuidades en pandemia. Para ello recuperamos un conjunto de escenas "nacidas" durante este tiempo de pandemia. En un segundo apartado, proponemos algunas referencias que ofician de rumbos acerca de los saberes digitales a abordar en la educación formal. Por último, hilamos algunas reflexiones finales que nos permitan recapitular lo trabajado y, sobre todo, tejer nuevos interrogantes.