INVESTIGADORES
GROSSO Nelson
congresos y reuniones científicas
Título:
Maní frito salado con agregado de aceite esencial de cedrón y aguaribay como antioxidantes naturales
Autor/es:
OLMEDO R.H.; NEPOTE V.; GROSSO, N. R.
Lugar:
General Cabrera
Reunión:
Jornada; XXVIII Jornada Nacional del Maní; 2013
Institución organizadora:
Centro de Ingenieros Agrónomos
Resumen:
Introducción
El maní contiene aproximadamente 50-55 % de lípido, de los cuales 50% es
ácido oleico (18:1) y 30% linoleico (18:2), por lo cual el maní y sus productos
derivados son susceptibles de sufrir procesos de oxidación. Nuevas variedades
de semillas de maní presentan un mayor contenido de acido graso oleico llegando
a valores comprendido entre 75-80%, disminuyendo el contenido de acido graso
linoleico por lo cual esta variación del perfil de ácidos grasos lo hacen más
resistente frente a los procesos oxidativos. Sin embargo el proceso de cocción
del maní frito es por medio de la utilización de aceite de girasol que presenta
un perfil de ácidos grasos con un contenido de 11% de acido graso oleico y un
37% de acido graso linoleico el cual es suceptible de oxidación. En el proceso
de cocción el aceite de fritura se absorbe en la semilla y además genera una
capa en la superficie externa aportando un perfil de ácidos grasos a la semilla
de maní que genera oxidación. Para evitar la oxidación se utilizan
antioxidantes sintéticos aunque su seguridad es cuestionada. Los aceites esenciales poseen capacidad antioxidante pero tiene poca
aplicación en alimentos con este fin. El objetivo de este trabajo fue evaluar
la actividad antioxidante de los aceites esenciales de aguaribay y cedrón
cuando son aplicados sobre maní frito salado.
Materiales y Métodos
Se utilizaron granos de maní blancheados provistas por
Lorenzatti, Ruescht y Cía de Ticino, Córdoba, Argentina. Los aceites esenciales
se obtuvieron por hidrodestilación con vapor de agua de hojas de aguaribay (Schinus
Molle Var. Areira), y de cedrón (Aloysia triphylla L´Herit). El maní
se fritó a 170 ºC durante 5 minutos. El maní frito control (MF-C) fue preparado
con 96% de maní frito, 2 % de aceite de girasol refinado para glasear y adherir
el 2% de sal. Los tratamientos fueron los siguientes: maní frito con 0.02% p/p
de esencia de aguaribay (MF-A) y de cedrón (MF-C), y el maní frito con 0,02% de
BHT (MF-BHT). Los productos fueron envasados en bolsas plásticas y almacenados
a 23ºC. Las muestras fueron retiradas del almacenaje cada 28 días durante 4
meses. Se realizaron los siguientes análisis químicos: índice de Peróxidos e
índice de p-Anisidina (evalúa los compuestos volátiles de oxidación). Además se
realizó una evaluación sensorial con la participación de 12 jueces entrenados
para detectar las intensidades de sabor a oxidado, cartón, tostado y esencia
empleando una escala lineal de 0 a 150. El experimento se realizó por
triplicado y los resultados fueron sometidos a un análisis de varianza y test
LSD Fisher
Resultados y Discusión
Los
mayores valores de índice de peróxido fueron encontrados en MF (95 meqO2/kg),
seguido de MF-A (82), MF-C (76) y MF-BHT (64). El índice de p-Anisidina (IA) se
comportó de manera similar al índice de peróxido. (Figura 1). El MF-C presentó
los mayores valores en sabor oxidado (35) y cartón (21) a lo largo del
almacenaje con respecto a las otras muestras que mostraron resultados cercanos entre ellas con valores
de 24 para sabor oxidado y 15 para sabor cartón aproximadamente sin tener
diferencias significativas entre las mismas pero si con respecto al control. El
MF-BHT exhibió el mayor valor a sabor tostado siendo la muestra que menos
interfiere con el sabor característico del maní (figura 2). Las intensidades de
esencia decaen a lo largo del almacenaje. En función de los resultados
observados se concluye que los aceites esenciales confieren estabilidad
oxidativa al producto maní frito salado extendiendo la vida del producto con la
posibilidad de poder reemplazar el uso de antioxidantes sintéticos.