¿Hay biotecnología en la mejora de especies hortícolas en INTA?

MASSA GABRIELA ALEJANDRA

Jornada; Jornadas Argentina de Sanidad Vegetal; 2021

El mejoramiento en especies hortícolas posee una gran relevancia ya que la producción de hortalizas está distribuida a lo largo de todo el país y tiene una gran contribución tanto en la alimentación humana como en la generación de empleo. Entre las especies de mayor importancia se pueden mencionar la papa, el tomate, la cebolla y la lechuga, entre otras. Históricamente el mejoramiento convencional ha sido el más utilizado para el desarrollo de nuevas variedades con mejoras tanto a nivel productivo como de calidad. Otra forma de incorporar variabilidad en los genomas es a través de técnicas biotecnológicas como los son la transgénesis mediada por Agrobacterium tumefaciens y la edición génica mediada por CRISPR/Cas que puede ser utilizada tanto para la pérdida de función de genes, como para la integración dirigida de secuencias ectópicas. En el INTA se están utilizando ambas técnicas en lechuga y papa. La lechuga es una de las hortalizas más consumidas en el mundo y en Argentina ocupa el cuarto lugar de importancia por la superficie utilizada para su producción. Asimismo, es utilizada como planta modelo de la familia Asteraceae. La papa es el tercer cultivo alimenticio más consumido en el mundo, luego del arroz y del trigo. En Argentina, la producción de papa cultivada moderna, se concentra principalmente en Buenos Aires y Córdoba. Particularmente en papa, debido a su naturaleza agámica y poliploide, el mejoramiento tradicional puede demorar entre 10-15 años, es por ello que el uso de nuevas técnicas biotecnológicas permite acortar los tiempos de obtención de nuevas variedades. Entre las características industriales y agronómicas a mejorar en la papa cultivada se encuentran: el pardeamiento enzimático, el endulzamiento inducido por frío, la tolerancia a la enfermedad fúngica causada por Phytophthora infestans y la mejor eficiencia en el uso de agua. En lechuga se tienen como objetivos obtener variedades con resistencia a patógenos fúngicos, con una fase vegetativa más larga y la utilización de la planta como biofábrica de moléculas de interés. Los productos biotecnológicos planteados para ambas especies no sólo apuntan a una mejora en la calidad sino a una sostenibilidad productiva y ambiental.