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En 1903, Romain Rolland (1866-1944) -dramaturgo e intelectual francés- publicó en París su libro Teatro del Pueblo. Ensayo de estética de un nuevo teatro. Su propuesta consistía en una contundente crítica al teatro francés de su tiempo, que por su condición burguesa y elitista se condenó a un paulatino estancamiento. Según el pensador francés, la apertura de dicho arte a lo popular resultaba la única salida que le habilitaría la vigorización de sus prácticas. En ese sentido, Rolland formuló su propuesta postulando la creación de un arte nuevo, destinado al pueblo, que tuviese la capacidad de ser un entretenimiento, y, a la vez, una práctica cultural que habilitase la transformación moral e ideológica del mismo. En las primeras décadas del siglo XX, los textos de Rolland comenzaron a circular entre los intelectuales de izquierda de la Argentina, alcanzando una gran popularidad. Entre ellos, el escrito sobre el Teatro del pueblo obtuvo repercusiones que se concretaron en la creación de formaciones que surgían como apropiaciones locales de sus ideas. El caso más conocido fue el grupo creado por Leónidas Barletta en 1930, bajo el mismo nombre, que dio origen al nacimiento del teatro independiente en nuestro país, a la vez que produjo la primera modernización de la historia del teatro argentino. Pero hubo muchas otras experiencias locales, como aquellas situadas en la provincia deBuenos Aires. Nos interesa reflexionar -en esta oportunidad- sobre algunas de ellas que bajo el titulo de Teatro del Pueblo pretendían seguir los pasos de Rolland. Tomaremos como eje central a la experiencia platense.

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