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En los últimos años el teatro porteño comenzó a centrar su atención asiduamente sobre lo ocurrido durante los años ?70, ocupándose tanto de la militancia de izquierda constituida en esa década como de los horrores cometidos por la última dictadura militar. Considerando esta reflexión, nos proponemos analizar qué aconteció al respecto en el teatro actual, observando la presencia de cambios en el tratamiento del tema en relación con las medidas oficiales implementadas. Con ese fin, nos centraremos en una producción escénica, Museo Ezeiza (2009/10), de Andrés Mangone y Pompeyo Audivert, que desde la conjunción de dos formas no tradicionales ?performance y museo- decidieron teatralizar la tragedia del 20 de junio de 1973 en Ezeiza, momento de regreso de Perón al país luego de largos años de exilio. Museo Ezeiza -al igual que otras puestas en escena realizadas recientemente-, asume la representación del pasado reciente desde posicionamientos novedosos para el campo teatral. A partir de la misma, que desde el uso de matrices diversas convierte al pasado en experiencia del presente- nos proponemos reflexionar sobre la necesidad de volver sobre un pasado abierto, poniendo en escena en este presente histórico, en acto, la memoria socio/política, la memoria colectiva. Una realidad que pide nuevas lecturas desde otros espacios y otros procedimientos. Asimismo, a partir de la observación de estos planteos novedosos en la producción teatral con respecto a la historia reciente, nos interesa reflexionar, por un lado, sobre su incidencia en el carácter social del teatro argentino, cualidad que mantiene desde los orígenes del campo teatral; y, por otro, en el vinculo que entabla con lo político, generando un intercambio directo con la vida social y cultural del país, tal como tuvo en décadas pasadas.

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