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La Sociolingüística utiliza la expresión comunidad lingüística para referirse a un grupo humano que se interrelaciona por medio del lenguaje y que se reconoce como comunidad en algún sentido. Este sentido de pertenencia se sustenta en relaciones socialmente construidas, basadas en lo que Bourdieu (2000) denomina doxa, entendida como aquello que se da por sentando, un orden natural; y también en el universo del discurso que coexiste con el campo de la doxa. Estos dos elementos en tensión determinan el modo particular en que los miembros de la comunidad se autorrepresentan como tales. Por su parte, la institución puede ser definida como una forma social organizada administrativa, jurídica y materialmente, que cumple una determinada función y entre cuyos integrantes se plantean negociaciones de sentido sobre la propia institución, sus fines, sus estrategias, que dan cuerpo a la identidad institucional. Sobre la base de estos lineamientos iniciales, el presente trabajo busca poner en relación las nociones de comunidad lingüística e institución educativa; entendiendo a esta última como un espacio de interacción social sustentado en la utilización de uno o varios códigos lingüísticos. El modo en que estos códigos se interrelacionen en el ámbito institucional constituirá en un elemento esencial en la definición de la identidad de la escuela. Esta vinculación adquiere singular relevancia si consideramos que las instituciones escolares juegan un papel fundamental en el proceso de convertir en visible ciertos aspectos de la realidad, contribuyendo a asignarles valores y significados (Torres Santomé, 1991). // Bibliografía citada // Bourdieu, Pierre (2000) Cuestiones de Sociología, Madrid, Istmo. Torres Santomé, Jurjo (1991) El curriculum oculto, Madrid, Morata.

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