Exposición a contaminantes ambientales ¿Cómo identificar y evaluar los riesgos para la salud?

AIASSA DELIA; ANDREA R. STEINMANN; NANCY E. SALAS

Fundación BIORED. Ministerio de Ciencia y Tecnología y Gobierno de la Provincia de Córdoba

Lugar: Córdoba; Año: 2019 p. 68

978-987-46938-2-2

Más del 90% de la historia de nuestra especie (Homo sapiens) fue vivida en un ambiente casi libre de contaminación. La Revolución Industrial influyó sobre el estilo de vida, la alimentación y también sobre las enfermedades. Es a partir de esa época que se comienza a reconocer el origen ambiental de ciertas situaciones adversas para la salud, muchas de las cuales eran atribuidas a otras causas. El medio ambiente se convierte en un verdadero conjunto de moléculas químicas naturales y artificiales que permanentemente se inhalan, se ingieren, se absorben por la piel, con efectos en la mayoría de las veces acumulativos y nocivos para la salud del hombre y demás organismos.Por ejemplo: datos experimentales y epidemiológicos indican que entre 80 a 90% de los cánceres humanos puede asociarse a alguna causa externa al organismo: física, química o biológica. Los agentes externos actúan en combinación con los factores internos y aumentan el riesgo de cáncer.Si bien el nexo entre la salud humana y el ambiente es reconocido desde hace tiempo todavía, encontrar asociaciones entre situaciones adversas para la salud y factores ambientales depende de la voluntad y la capacidad de la sociedad para implementar estudios que muestren la interacción entre la salud y el ambiente químico, físico y biológico en el que habita el hombre.Al mismo tiempo y pese a los numerosos trabajos realizados por investigadores de todo el mundo, establecer esa relación: medio ambiente-salud es complejo. Las enfermedades suelen asociarse a más de un tipo de contaminante ambiental, y para que se manifiesten tienen importancia los factores genéticos, la nutrición, el estilo de vida y otros factores propios de cada individuo.Por otro lado, los vínculos entre el ambiente, los movimientos sociales y las políticas públicas se encuentran muy relacionados con el desarrollo de determinadas actividades extractivas y las resistencias sociales que éstas provocan y se expresan en distintos tipos de conflictos socioambientales.