ISTE   27340
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES SOCIALES, TERRITORIALES Y EDUCATIVAS
Unidad Ejecutora - UE
libros
Título:
Compromiso y educación. Redefinición del aula como contexto de aprendizaje
Autor/es:
RIGO DAIANA
Editorial:
Colección Mundo Digital de Revista Mediterránea de Comunicación. Universidad de Alicante
Referencias:
Lugar: Alicante ; Año: 2020 p. 118
ISSN:
978-84-09-20232-4
Resumen:
Ya no hay cabida para que las instituciones educativas puedan ser consideradas como meras receptoras de las decisiones políticas o simples ejecutoras de éstas; políticas e instituciones se influyen mutuamente. Es necesario, entonces, contribuir a ?abrir? la escuela y las aulas; asumir el desafío de ensayar nuevas alternativas, probar otras estrategias, imaginar e intentar otros caminos; creer que es posible mejorar lo que hacemos. En este marco, poner por escrito investigaciones educativas y hacerlas públicas reviste especial valor porque ayuda a revisar lo hecho; interroga la experiencia para resignificarla; abre espacios para la actitud crítica y el cambio.El proyecto de investigación ?Rasgos contextuales y personales en la promoción del compromiso? de la autoría de la Doctora Daiana Yamila Rigo, en el marco de su investigación postdoctoral en CONICET, generó el interés, la motivación y el compromiso, primero en quienes gestionamos la institución en la que se llevó a cabo y luego en aquellos docentes curiosos y deseosos de interpelar su propia práctica.Es que este trabajo de investigación fue visto como una oportunidad para repensar las estrategias y procedimientos al momento de enseñar y aprender y para poder facilitar los procesos de vinculación de los niños y niñas con las tareas escolares.La investigación que se presenta tuvo como objetivo general contribuir a ampliar los modos en que se enfoca la enseñanza para promover el compromiso afectivo, cognitivo y conductual en los estudiantes.Al considerar que el aula es el escenario donde la clase se desarrolla y que es allí donde la vida instrumental se vincula con lo que sucede dentro de ella en relación con el trabajo, con la producción, con las estrategias de enseñanza, con la evaluación y con la tarea que termina siendo configurada, se generó el compromiso docente desde el área de Ciencias Sociales para poder desarrollar esta experiencia. Rigo, en la investigación que presenta, advierte necesario, ya sobre la discusión llevar a cabo estudios en un contextos reales de educación para promover y profundizar las teorías en las prácticas, seleccionando una metodología, con los estudios de diseño, que nacen con esa finalidad; por otro lado con la idea de iniciar un camino fecundo que nos permita reflexionar sobre la educación en una sociedad global donde los saberes se cuelan en lugares y en tiempos más variados que los legitimados socialmente para la distribución y el aprendizaje de contenidos.La escuela es el ámbito estratégico para que los alumnos aprendan sobre sus emociones y comprendan las relaciones con otras personas para una vida mejor. El reto es cómo promover el compromiso cognitivo, conductual y afectivo. La tarea no es fácil. El tamaño de la empresa la hace atractiva y desafiante sobre todo porque para llevarla a cabo hay que romper con aquello que hemos hecho y reiterado aún a sabiendas de que ya no se obtienen los resultados esperados; es que la mayor parte de los aprendizajes que los estudiantes construyen en la escuela requieren la actividad intencional de sus maestros, el cuidadoso diseño de situaciones que activen su interés, desafiándolos, motivándolos? comprometiéndolos.El compromiso, ese motor de la tarea que desencadena deseos de saber y disposición al esfuerzo que implica aprender, requiere de ambientes motivadores que contribuyan a construir lo que Perkins (2010) denomina aprendizaje pleno, al aprendizaje responsable y auténtico de contenidos significativos, que supera el conocimiento de un tópico fragmentado, carente de sentido.Es así que cobran gran importancia los rasgos contextuales y personales al momento de elaborar un diseño con tareas programadas desde un ambiente incentivador para que los estudiantes se encuentren interesados, motivados, emocionalmente afectados y en procesos de construir nuevos aprendizajes.Los rasgos contextuales refieren a los modos de pensar, sentir, actuar de los grupos humanos; a los significados que se comparten y construyen en el marco de una sociedad y de las instituciones. Estos modos de pensar y hacer se constituyen a partir de las biografías de los sujetos que son situadas, determinadas por un contexto social e histórico. Los contextos escolares expresan la escuela que se transita, la educación que se ofrece y recibe, las formas de relación con los otros y con el conocimiento.Nuestra escuela vio en este trabajo de investigación la oportunidad para reconstruir y negociar significados como así también configurar acciones. Aunque develar estos significados no haya sido tarea sencilla, porque no siempre se manifiesta con claridad lo que se piensa y se dice, lo que se dice y se hace, fue un aporte altamente significativo ya que estas ambivalencias permitieron formas distintas de mirar, interpretar, comprender y accionar, que a veces armonizan y otras veces se oponen o generan contradicciones entre sí. Capitalizarlo ha sido el gran desafío para promover el compromiso de los estudiantes en la búsqueda del saber.Otro eje de análisis, además del compromiso por aprender desde un modelo contextual, es el valor de la utilidad de lo enseñado. Podemos aprender de muchas maneras, pero la forma que engloba de una manera más completa la dimensión emocional, motivacional y cognitiva se llama aprendizaje significativo.Esto supone entender al aprendizaje como un proceso permanente, nunca lineal y por tanto inacabado, que conduce a niveles cada vez más profundos de comprensión (Marton y Säljö, 1976a y b). Por otra parte, como pensamos y hablamos de aprendizajes para la vida, quedan incluidos aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos, aprender a ser (Delors, 1994), aprender a emprender (Ferreyra, 1998), aprender a manejar las tecnologías de la información y la comunicación, y aprender a hacerse cargo del bienestar físico- emocional propio (Eurydice, 2002).En el mundo en el que hoy vivimos, la escuela debe prestar especial atención al desarrollo de sujetos emocionalmente inteligentes, conocedores de las sensaciones que experimentan, de la resonancia que los hechos tienen en su interior, de las acciones a las que se sienten impulsados por los sentimientos y pensamientos, etc. Sólo esas y esos estudiantes estarán en condiciones de delinear proyectos de vida conscientes de sus derechos y obligaciones, involucrándose progresivamente en procesos de transformación de las inequidades sociales.Este documento es una invitación para asumir la tarea como constructores de nuestro propio relato y experiencia, evitando abandonarnos en manos de la impotencia, de lo cotidiano. Una invitación para preguntarnos a partir de un diseño instructivo, ¿qué enseñar?, ¿Cómo aprenden los estudiantes?, ¿Cómo hay que enseñar? Y desde allí interpretar y comprender las interacciones entre docentes-alumnos-recursos-contextos. Este libro es, sin duda alguna, un texto de referencia para quienes desarrollan su tarea en el campo educativo. El deseo es que el viaje emprendido junto con la autora, comentaristas y otros colegas sirva de estímulo para otros expedicionarios, sean éstos, estudiantes, docentes e investigadores. El más profundo reconocimiento a las personas que protagonizaron la investigación, por sus actitudes, sus acciones, sus compromisos, sus resultados, sus aportes, que son los que sustentan esta publicación.Nuestro agradecimiento por elegirnos, por permitirnos mirar no de la misma manera, por hacer recorridos por otras zonas, por poner en cuestión respuestas, conclusiones, relaciones? por permitirnos experimentar la promoción del compromiso en los estudiantes generando en ellos la autonomía necesaria para que se impliquen en sus aprendizajes, en la toma de decisiones, en la elección de caminos alternativos para llegar a los resultados buscados.