INECOA   26036
INSTITUTO DE ECORREGIONES ANDINAS
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Apellidos de ayer y de hoy un reflejo de las migraciones entre Argentina, Bolivia y Chile
Autor/es:
ALBECK, M.E.; ALFARO, E.L.; DIPIERRI, J.E.; PEÑA AGUILERA, D
Lugar:
S.S. de Jujuy
Reunión:
Seminario; VI Seminario Internacional de Integración Subregiona; 2017
Institución organizadora:
CRISCOS
Resumen:
INTRODUCCIÓNLos apellidos, además de permitir la identificación personal e indicar la pertenencia a una familia o linaje, son el resultado de procesos históricos y culturales. El análisis de sus orígenes étnico-geográficos, su distribución y frecuencia ofrece múltiples posibilidades y direcciones de estudio de poblaciones, desde lo histórico hasta lo genético.Los apellidos como indicadores de relaciones entre grupos sociales son de uso reciente en estudios históricos aunque se utilizan, desde hace mucho, para analizar e interrelacionar diferentes aspectos (antropológicos, históricos, demográficos y biológicos) de las poblaciones actuales. En ausencia de otros datos, el origen de los apellidos se ha utilizado para otorgar una probabilidad de origen étnico a una población, bien para comprender procesos actuales de inmigración o también para analizar procesos históricos de poblamiento que, como en el caso de los países de América Latina, han dejado un registro en la distribución actual de nombres y apellidos.Desde fines de la década de 1990 se viene realizando una serie de estudios de antroponimia para la Puna de Jujuy, el Noroeste de Argentina, República Argentina y países colindantes. Entre ellos se destaca el análisis y seguimiento de los apellidos de los casabindos y cochinocas en la Provincia de Jujuy por más de 400 años (desde 1654 hasta 2001). Los datos obtenidos permitieron establecer una serie de 31 apellidos presentes (aunque no exclusivos) que evolucionaron a partir de nombres autóctonos para cumplir la función de patronímicos, proceso que tuvo lugar a fines del siglo XVII como en otras partes de los Andes del Sur. Estos apellidos perduraron en el sector central de la Puna a lo largo de la etapa colonial y en la actualidad aparecen en diferentes partes del Noroeste Argentino y el resto de Argentina.En este trabajo se analiza la presencia y representatividad de estos antropónimos, a principios del siglo XXI en Argentina, Bolivia y Chile con el objetivo de revelar, a través de esta fuente de información, la migración actual e histórica entre los tres países.MATERIALES Y MÉTODOSSe utilizaron los padrones electorales proporcionados por La Cámara Nacional Electoral de Argentina (2001), la Dirección de Registro Electoral de Chile (2006) y el Registro Civil y la Corte Nacional Electoral de Bolivia (2006). Se rastreó la presencia de los siguientes apellidos (o sus variantes): Abracaite, Alancay, Alavar, Barconte, Cachi, Cachisumba, Caiconde, Chiliguay, Chiri, Chocobar, Chuchuy, Culcul, Guanactolay, Lacsi, Lamas, Liquin, Patagua, Peloc, Poco, Pocapoca, Quipildor, Sarapura, Socomba, Sumbaine, Tabarcachi, Tabarcondi, Tinte, Toconas, Tolai, Vilte y Yonar; en las provincias argentinas, departamentos bolivianos y regiones chilenas.RESULTADOS Y DISCUSIÓNLos padrones analizados incluían 22.666.139 individuos en Argentina; 12.139.448 en Bolivia y 8.178.209 en Chile. La frecuencia de portadores de los apellidos analizados, considerados en conjunto, mostraron una gran variación espacial con los valores extremos en la Región de Aisén (Chile) con un solo individuo, el departamento Pando (Bolivia) con dos y las provincias argentinas de Jujuy y Salta con 10581 y 9113 representantes respectivamente. En cuanto al registro de los distintos antropónimos en las diferentes unidades político-administrativas se observó también un amplio rango. Sólo 1 de los 31 apellidos analizados apareció en Pando (Bolivia), y en las Regiones del Maule, La Araucanía y Aysén (Chile), mientras que las provincias argentinas de Jujuy, Salta y Buenos Aires se registró la presencia del conjunto completo. La distribución diferencial de este grupo de apellidos con la mayor concentración y representatividad en determinados departamentos de las provincias de Jujuy y Salta refuerza la hipótesis de su origen geográfico y étnico. La mayor frecuencia en el uso de determinado nombre (o conjunto de nombres) dentro de una población y su ausencia o baja frecuencia en grupos vecinos permitiría asumirlo como característico de la población donde se halla más representado.La antroponimia autóctona podría entonces reflejar algún tipo de contacto a partir de la aparición de nombres idénticos o similares en diferentes grupos poblacionales. La presencia de alguno de los 31 apellidos analizados en otras provincias argentinas, departamentos bolivianos y regiones chilenas podría asociarse con migraciones tanto históricas como recientes.