INECOA   26036
INSTITUTO DE ECORREGIONES ANDINAS
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
El ?continente oscuro?: en busca de la biodiversidad oculta de América
Autor/es:
ZAMAR, M. I.; ORTUÑO, V. M.
Lugar:
San Salvador de Jujuy
Reunión:
Simposio; VI Seminario Internacional de Integración Subregional (CRISCOS); 2017
Institución organizadora:
Universidad Nacional de Jujuy
Resumen:
La investigación científica que aborda el conocimiento de la biodiversidad terrestre ha fijado su atención, muy especialmente, en la vida que se desarrolla en los medios epigeos. La explicación a tal circunstancia es bien sencilla: los organismos que, sin mucho impedimento, puede observar el ser humano son aquéllos que coinciden con él en los hábitats en donde se desenvuelve de forma natural. Este hecho ha sesgado enormemente la investigación científica que se ha desarrollado para alcanzar un mejor conocimiento de la biodiversidad. Sin embargo, desde el principio del siglo XX, es bien conocido que las cuevas contienen vida, y aunque se desarrolló una línea de investigación que se ha denominado ?bioespeleología?, esta se muestra, en términos de biodiversidad, casi como una anécdota si se compara con el conocimiento que se ha obtenido con el estudio de la fauna que vive sobre el suelo, o sobre la cubierta vegetal que lo puebla. En la década de los 80 del siglo pasado, se promovió ueve la investigación de los horizontes profundos del suelo descubriéndose y se descubre un nuevo hábitat al que se denominóa Medio Subterráneo Superficial (MSS), el cual contiene fauna con adaptaciones a la vida hipogea, privando a las cuevas de esa exclusividad. De este modo, se amplía la óptica que, hasta el momento, se tenía del medio subterráneo. A partir de este descubrimiento, y otros muchos que con posterioridad se han venido realizando en el MSS, se abandona poco a poco el término ?bioespeleología? y, en su lugar, se comienza a utilizar, cada vez más, el de ?biología subterránea?. Desde ese instante, la ciencia observa al medio subterráneo como algo mucho más amplio que las cuevas con su red de fisuras, integrando al MSS y también a otras tipologías de espacios subterráneos, en suma, un ?continente oscuro?. Este nuevo paradigma sitúa a los zoólogos ante la tesitura de valorar la posibilidad de estudiar fauna subterránea en enclaves en donde no existen cuevas. Cualquier paraje que posea depósitos coluviales, aluviales, o presente horizontes de disgregación de la roca madre, será susceptible de albergar fauna subterránea, lo que comporta un alto índice de microedemicidad. El MSS está siendo estudiado con intensidad en diferentes áreas geográficas de Europa y Asia, obteniéndose magníficos resultados en lo concerniente al descubrimiento de nuevas especies. Hasta la fecha, en el continente americano aún no se han desarrollado este tipo de estudios, razón por la cual dos equipos de investigación (español y argentino) se han propuesto prospectar el MSS en tierras andinas. Las primeras muestras biológicas que se han obtenido prueban que, en América, estos hábitats también albergan una exuberante vida, entre la cual se hallan especies epigeas que buscan refugio en el subsuelo, pero también especies hipogeas, exclusivas de los espacios subterráneos. En pocos meses de muestreo ya son varias las especies nuevas que se han descubierto. Ahora toca estudiarlas con detalle y, mediante publicaciones científicas, validarlas para la taxonomía y sistemática zoológica. Uno de los objetivos del equipo hispano-argentino es el de proseguir con este tipo de estudios, y extenderlos allá en donde sea posible. Por último, es necesario expresar que cualquier estudio de impacto ambiental, y cualquier labor de gestión medioambiental que se haga sobre áreas ya reconocidas de interés biológico, requerirían contar con estudios que aportasen información sobre la vida en el subsuelo. ¿Cuántos Parques Nacionales son conocedores de lo que hay en su subsuelo? Nefasta la respuesta que se ha de dar a tal pregunta. ¿Verdad?