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Mioceno tardío y Plioceno. Los dinómidos tienen como carácter diagnóstico del cráneo la presencia de estructuras articulares accesorias a los cóndilos occipitales (paracóndilos). Tradicionalmente se ha sugerido que su presencia se vincularía al soporte de una cabeza desproporcionadamente grande. Con el fin de poner a prueba esta propuesta y evaluar las implicancias funcionales de la configuración occipital y cervical de Tetrastylus y otros dinómidos (e.g., Dinomys, Eumegamys), se realizaron estudios anatómicos descriptivos, reconstrucciones de los principales grupos musculares y análisis de medidas lineales, en un contexto comparativo dentro de Rodentia. Contrariamente a Dinomys y algunos otros roedores, las dimensiones del cráneo de Tetrastylus resultaron proporcionadas y dentro de los valores esperables para roedores con dimensiones postcraneales similares. La morfología de los paracóndilos, orientados en el plano transverso, no sería adecuada para la función de soporte, y se vincularía a una unión atlanto-occipital estrecha y a restricciones de movimientos fuera del plano sagital. Ésto se suma a otras restricciones inferidas a partir de la morfología cervical (restricciones articulares entre atlas-axis, fusiones entre vértebras cervicales medias). La reconstrucción muscular tampoco evidencia especializaciones para el soporte de una cabeza desproporcionadamente grande (desarrollo típico de las áreas de fijación del ligamento nucal y musculatura cervical). Los resultados no respaldan la interpretación tradicional, y sugieren que la morfología particular de Tetrastylus y otros dinómidos se vincularía a hábitos que requieren marcadas limitaciones a los movimientos cervicales (e.g., estrategias antipredatorias, estilo locomotor).