CITRA   25434
CENTRO DE INNOVACION DE LOS TRABAJADORES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
De la legitimación tradicional a la privatización del sentimiento peronista. La identidad peronista en la provincia de Santa Fe entre 1983 y 1995
Autor/es:
LASCURAIN, MA. CECILIA
Reunión:
Congreso; XIV Congreso Nacional de Ciencia Política. ?La política en incertidumbre.? Reordenamientos globales, realineamientos domésticos y la cuestión de la transparencia; 2019
Resumen:
En esta ponencia analizamos los componentes de la identidad peronista en la provincia de Santa Fe y sus desplazamientos entre la vuelta de la democracia y la consolidación del liderazgo del gobernador Carlos Reutemann a mediados de los años noventa. Para ello recurrimos a la perspectiva teórica que concibe a las tradiciones e identidades políticas como un aspecto constitutivo de los procesos de generación del vínculo de representación política (Aboy Carlés, 2001a; Laclau, 1993 y 1994; Mouffe, 1999). Según esta perspectiva, ningún representante político se erige como tal en un vacío identitario sino que opera sobre un campo de representaciones y de prácticas parcialmente sedimentado (Laclau, 1993). Sin embargo, dicho campo no se constituye como una ?identidad cabal? (Laclau, 1994) sino que, a su vez, es delimitado y significado a partir de operaciones representativas (de un liderazgo, de una ideología política o de cualquier conjunto de símbolos) [Aboy Carlés, 2001a]. El principio de identidad es, por lo tanto, una condición a priori de la representación; es, a la vez, antecedente y producto de la misma, excede a la representación aunque, sin ésta, sólo puede ser políticamente activo en términos reactivos o dispersarse como particularidades sociales sin cohesión (Novaro, 2000).Numerosos estudios han analizado el devenir de las identidades políticas desde el regreso de la democracia en Argentina. Para los años noventa primó entre los analistas la idea de que las identidades surgidas en el siglo XX se vieron atravesadas por procesos de ?fragmentación?, ?debilitamiento?, ?neutralización?, ?vaciamiento?, ?fragilidad?, ?crisis?, ?desintegración?, ?balcanización?, etc. Algunas, se ha señalado, han tenido mayor capacidad para resistir su licuación y descomposición, como el caso del peronismo, a diferencia de las identidades de centro izquierda y centro derecha (Torre, 2003). En el ámbito santafesino también ha sido identificado un proceso de ?debilitamiento de las identidades programáticas? en paralelo al fenómeno de ?estatización de los partidos de gobierno? (Alonso, 2005: 122-123). Esta interpretación primó entre los estudios sobre el desempeño y la dinámica del PJ local, que atribuían a aquél fenómeno la permanencia del peronismo como partido de gobierno entre 1983 y 2007, reduciendo el fenómeno a la mera alternancia en el poder de las distintas líneas internas del partido. Ahora bien, ¿se puede subsumir dentro de la laxa etiqueta de la ?debilidad programática? el éxito electoral y ?por qué no, la legitimidad gubernamental- del peronismo santafesino, que atravesó procesos bien diversos (a nivel partidario, identitario y de sus liderazgos internos) entre los años ochenta y noventa? ¿Qué características tuvo la identidad peronista de esta provincia durante los años de la Renovación Peronista? ¿Pudo un liderazgo como el del gobernador Reutemann ?un outsider de la política- constituirse durante los años noventa en una referencia política ineludible en esta provincia-, sin generar o re-generar algún tipo de imaginario dentro de la fuerza en la que se inscribió y en la cual disputó su poder? ¿Puede éste ser interpretado como un liderazgo ?evanescente y transitorio? (Martucelli y Svampa, 1997: 97), tal como fueron entendidos los liderazgos de los años noventa? Y aunque exista una visión muy extendida acerca de que la figura de Reutemann constituyó ?una de las debacles más importantes del peronismo?, ¿no supone también esa visión negativa del líder una serie de significados sobre su liderazgo y sobre lo que ?debe? y ?no debe ser? el peronismo? Siguiendo la perspectiva de análisis antes mencionada, en la primera parte de la ponencia indagamos en la identidad peronista configurada desde el discurso de los gobernadores peronistas del periodo pre-reutemannista (José María Vernet y Víctor Reviglio). Encontramos allí que la identidad es repuesta en términos ?tradicionales?; es decir que recupera de manera central elementos del pasado y de la historia del movimiento peronista constituidos desde sus mismos orígenes. Así, advertimos que entre 1983 y 1991 el peronismo santafesino se cimenta sobre referencias a la experiencia colectiva pretérita del movimiento (la historia de militancia política y sindical, el ?pueblo? como principal sujeto de identificación, la democracia como ?justicia social? y la centralidad de las figuras de Perón y Eva) inscribiéndose, de ese modo, en una tradición o, en los términos de Chantal Mouffe (1999), en una historicidad ya existente. En la segunda parte, examinamos cómo esa legitimación de tipo tradicional (Aboy Carlés, 2001) muta en el discurso de Reutemann hacia lo que denominamos una legitimación individualizante o ?privatizadora? del sentimiento peronista. Así, se abandonan los elementos de la tradición peronista relativos a la historia de lucha y de militancia colectiva (en el mismo sentido que lo hizo el presidente Menem [Canelo, 2011]) y se moldea una identidad más atada a las experiencias del pasado reciente (v.gr. el ?peronismo corrupto? que gobernó la provincia hasta 1991) y a los componentes que imprimen los atributos del nuevo liderazgo. En esta etapa el peronismo se inscribe, por un lado, en el marco del clivaje moral con el cual empezó a valorarse la actividad política de la época (Frederic, 2004; Pereyra, 2013): un ?peronismo transparente?, una ?dirigencia honesta?, un ?justicialismo con vocación de servicio?, etc. Dicha inscripción le permitió al peronismo local hacer parte de los nuevos formatos y contenidos que el vínculo de representación política estaba poniendo en escena bajo el liderazgo reutemannista. Por otro lado, la identidad se resignifica en base a una experiencia eminentemente subjetiva, singular y particular de los actores, que no da ya sentido a una dimensión colectiva de la acción sino que se centra en las relaciones inter-personales (uno a uno) de los individuos (de Reutemann con Juan Domingo Perón y con Carlos Menem, y de éste con el ?nuevo compañero?). Por su parte, el componente afectivo, pasional, ?esotérico? de esta tradición (Martucelli y Svampa, 1997) se desancla de las referencias a la experiencia de lucha y de militancia común y se torna ?además de individualizante- abstracto, siendo significado como una vivencia genérica de ?pasión?, ?sentimiento? o ?emoción? peronista . El trabajo busca mostrar, en síntesis, el devenir de la identidad peronista en Santa Fe durante el periodo democrático, examinando cuáles de sus componentes replicaron lo que aconteció con el peronismo en su versión renovadora y menemista pero también, y especialmente, qué particularidades le imprimió al proceso el liderazgo de un outsider de la política y del peronismo. De otra manera, se busca auscultar en el modo en el que Reutemann fue reconocido a la vez como un ?compañero peronista más? pero, también, como el ?Conductor? local de la fuerza.