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Los cítricos se propagan por injerto de una yema de una copa, en un portainjerto. Esta práctica presenta numerosos beneficios para la producción, ya que los portainjertos pueden influir en el desarrollo y crecimiento del cultivar injertado. La utilización de portainjertos transgénicos (PT) tiene la ventaja de que potencialmente puede transferir la característica que le otorga el transgen a la copa no-transgénica (CNT), a esta combinación se las llama trans-injerto. Esto puede representar una alternativa para mitigar al rechazo del consumo de OGM, sumado a esto, no existe flujo de polen transgénico y un único genotipo de PT puede ser utilizado para injertar varios genotipos de copas, disminuyendo costos de desregulación. En nuestro laboratorio, se obtuvieron líneas transgénicas de citrange Troyer que expresan genes involucrados en la producción de ácido salicílico (molécula implicada en la señalización de los mecanismos de defensa generales de las plantas) las cuales mostraron una resistencia incrementada a la cancrosis. Con el objetivo de evaluar si el PT puede transferir esta resistencia a CNT, se injertaron yemas de C. limon en la línea resistente. Los trans-injertos obtenidos no mostraron diferencias fenotípicas en cuanto al desarrollo de la planta, color y formas de las hojas con respecto a las plantas controles. Cuando las plantas resultantes alcanzaron cuatro meses de edad, se realizó el desafío con Xanthomonas citri subsp citri que expresa la proteína fluorescente verde (GFP) (Xcc-GFP). Los resultaron mostraron que tanto en las hojas del PT como en las de la CNT, hubo una disminución de dos órdenes de magnitud en el número de bacterias por cm2 de hoja inoculada con respecto a las plantas controles. Estos resultados sugieren que la característica introducida en el portainjerto se transloca a la CNT otorgándole a la misma una mayor resistencia a enfermedades.