FACTORES QUE AFECTAN EL DESARROLLO DE EPIFITIAS DE ROYA MARRÓN DE LA CAÑA DE AZÚCAR EN LA FRONTERITA, TUCUMÁN

FUNES, C.; JOYA, C.M.; PLOPER, L.D; BERTANI, R.P.; ROMERO, E.R.; HENRIQUEZ, D.D.; GONZÁLEZ, V.

Otro; XX Reunión Técnica Nacional de la Caña de azúcar.; 2016

Sociedad Argentina de Técnicos de la Caña de Azúcar (SATCA).

La roya marrón, cuyo agente causal es Puccinia melanocephala H. & P. Sydow, es una de las principales enfermedades mencionada en numerosas zonas cultivadas del mundo, incluidas las áreas de Argentina.En la actualidad, la roya marrón es la enfermedad con mayor prevalencia en los cañaverales de Tucumán, lo que en parte se explica porque las principales variedades cultivadas en la provincia, LCP 85-384 y TUCCP 77-42, que ocupan aproximadamente un 94% del área cañera, son susceptibles al patógeno.El objetivo de este trabajo fue analizar el efecto de las principales variables ambientales conducentes para el desarrollo de una epifítia de roya marrón, sobre la severidad en la variedad susceptible LCP85-384 en la localidad de La Fronterita, Famaillá, Tucumán.4La severidad de la roya marrón registrada durante la campaña 2008-2009 en la provincia de Tucumán estuvo relacionada con condiciones ambientales que propiciaron la expresión de la enfermedad. Esto no se evidenció en el ciclo 2009-2010 probablemente debido a que las heladas ocurridas en el invierno precedente a la epifitia, con un efecto negativo sobre la supervivencia del inóculo inicial, provocaron la nula o poca manifestación de la enfermedad en dicha campaña.Durante las campañas 2010-2011 y 2012-1013 la variedad LCP85-384 tuvo un significativo y generalizado incremento en el nivel de susceptibilidad a roya marrón, lo que se tradujo en mayores valores de severidad. En esta última las condiciones ambientales predisponentes para la manifestación de la enfermedad estuvieron dadas en forma anticipadas a las sucedidas en 2008-2009 y 2010-2011.El efecto de las heladas de los inviernos precedentes en cada campaña del cultivo de la caña de azúcar, afectó la supervivencia del inóculo, condicionó la presencia del mismo en los campos y retrasó el desarrollo inicial de la epifítia.