IQUIBICEN   23947
INSTITUTO DE QUIMICA BIOLOGICA DE LA FACULTAD DE CIENCIAS EXACTAS Y NATURALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Estudios de toxicidad del organofosforado clorpirifos en dos especies acuáticas de gasterópodos: Biomphalaria straminea y Chilina gibbosa
Autor/es:
RABUFFETTI, GABRIELA; HERBERT, LUCILA THOMSETT; TEJEDOR, MARÍA JOSÉ; KRISTOFF, GISELA
Lugar:
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Reunión:
Congreso; XXI Congreso Argentino de Toxicología; 2019
Institución organizadora:
Asociación Toxicológica Argentina
Resumen:
Los gasterópodos Biomphalaria straminea y Chilina gibbosa habitan naturalmente distintos cuerpos de agua dulce de nuestro país, siendo C. gibbosa endémico de Argentina y Chile. En nuestro país, los insecticidas organofosforados (OPs) son comúnmente usados en la agricultura y en la actividad hortofrutícola. El blanco de acción primario de estos insecticidas consiste en la inhibición de las colinesterasas (ChE) y pueden tener efecto sobre las carboxilesterasas (CEs) y las defensas antioxidantes. Estudios previos en nuestro laboratorio indican que el OPs metilazinfos (MAZ) no produce inhibición en la actividad de ChE en B. straminea pero causa una fuerte inhibición de ChE y daños neurotóxicos severos a bajas concentraciones en C. gibbosa. El objetivo de este trabajo fue estudiar los efectos del OP clorpirifos (CLP) en la supervivencia, signos de neurotoxicidad, biomarcadores de comportamiento, actividad de ChE y carboxiesterasas (CEs) y contenido de glutatión (GSH) en cada especie. Los caracoles fueron expuestos durante 48 horas a 10 (concentración ambiental medida en Argentina), 100 y 1000 µg L-1 de CLP bajo condiciones estandarizadas. Se agregó un grupo control con acetona, diluyente del CLP. Todas las soluciones fueron renovadas diariamente. Para cada tratamiento y especie se usaron 8 recipientes conteniendo 1 caracol (C. gibbosa) y 5-7 organismos de B. straminea, debido a su menor tamaño. Luego de las 48 horas se realizaron los homogenatos del tejido blando total de los caracoles de cada recipiente. En B. straminea, se observó letalidad en un 25 % de los caracoles expuestos a 1000 µg L-1 y alteraciones en el comportamiento en un 35 % (100 µg L-1) y 45 % (1000 µg L-1) de los organismos. ChE se inhibió en un 34 % con 10 µg L-1 y 51 % con las otras dos concentraciones de CLP. CEs medidas con p-nitrofenilacetato mostraron inhibición del 38 y 56 % con 100 y 1000 µg L-1, respectivamente, mientras que con p-nitrofenilbutirato hubo mayor inhibición con las 3 concentraciones usadas (61 % con 10 µg L-1, 68 % con 100 µg L-1 y 83 % con 1000 µg L-1). El GSH se vio aumentado con las 3 concentraciones utilizadas (alrededor del 150 %). Por el contrario, no se observó letalidad, neurotoxicidad, alteraciones en el comportamiento ni modificaciones de CEs y GSH en C. gibbosa. Únicamente se obtuvo inhibición de ChE con 100 y 1000 µg L-1 que correspondió a un 40 % y 73 %, respectivamente. Podemos concluir que el CLP produjo mayor toxicidad en B. straminea que en C. gibbosa mostrando inhibición de ChE, CE, aumento de GSH, letalidad y cambios en el comportamiento mientras que el MAZ resulta más tóxico para C. gibbosa. Esto indica que los insecticidas con igual mecanismo de acción pueden producir efectos tóxicos diferentes en una misma especie y entre especies.