IDH   23901
INSTITUTO DE HUMANIDADES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
El proletariado indígena espera su Lenin. Mariátegui, mito y organización
Autor/es:
GARRIDO JUAN IGNACIO
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Jornada; VII Jornadas Historia de las Izquierdas, ?Marxismos Latinoamericanos. Tradiciones, debates y nuevas perspectivas desde la historia cultural e intelectual; 2015
Institución organizadora:
CeDInCI, UNSAM
Resumen:
Hay dos elementos que pretendemos cruzar en Mariátegui: el mito y la organización. Dos elementos de una sola preocupación histórica: suscitar y concertar todas las fuerzas al servicio de la revolución. Cada elemento puede tener su nombre propio: Sorel y Lenin; pero las etiquetas nunca encajan ajustadamente en estos casos, menos bajo la mirada mariateguiana, que no deja de invocar los nombres de los protagonistas que surgen desde el marxismo, pero siempre a través de la malla de la dura realidad peruana. Es decir, que si bien las genealogía sobre las ideas fuerzas de mito y organización en la obra del Amauta, nos lleva a determinar la profunda influencia que Reflexiones sobre la violencia produce en su idea de mito y a esclarecer el gran debate alrededor de las hormas políticas que debían guarecer las esperanzas de un Perú nuevo (donde las siglas del APRA, el PC y PS marcan alguno de los rincones de ese gran pugilato político de principios de siglo XX peruano), no menos esfuerzo nos impone rastrear cómo esas ideas guardan su propia genealogía en la historia de la cultura andina. Creemos necesario reconocer en ella los motivos que llevaron a Mariátegui a valorizar determinadas claves políticas para pensar una organización de masas y responder el interrogante que puede originarla ¿dónde encontrar el mito capaz de reanimar espiritualmente el orden que tramonta? Al pensador peruano le interesan dos elementos de la teoría del mito: la posibilidad que tiene de reabrir una experiencia política, el origen de la acción, y la posibilidad de que la muchedumbre dispersa se convierta en una masa orgánica, el principio de la unidad y la organización. El primero es el aporte de Sorel ? y como trataremos de ver de gran parte de la tradición andina-, el segundo, su límite o mejor su desmesura. El mito soreliano ?como sostenía Gramsci- cumple el papel ?dramático? de suscitar la voluntad colectiva, sin embargo queda pendiente la tarea de organizarla, queda la pregunta de ¿qué hacer? ?por emular el nombre de Lenin- con las fuerzas que se desatan. Fernanda Beigel afirma que la praxis mariateguiana está basada en la búsqueda de un equilibrio entre la cristalización inevitable de un partido y la preservación del debate, la polémica y la autonomía intelectual. Habitar ese equilibrio, plagado de tensiones, es quizás la mayor virtud de Mariátegui, y su lectura nos presenta una serie de elementos claves para pensar las estructuras que las organizaciones políticas se dieron en el siglo XX, la desmesura que la figura del mito y las masas introducían en la constitución de esas distintas propuestas libertarias en el continente y no en menor medida, afrontar el desafío que atraviesan los movimientos populares latinoamericanos en el presente.