El cuerpo orgánico en las prácticas danzadas

LIPCEN, ERIKA; SOSA, VERÓNICA; FIORETTI, LORENA

Río Cuarto

Encuentro; III Encuentro sobre técnicas del Yo; 2021

Universidad Nacional de Río Cuarto

Nos interesa comenzar este escrito sosteniendo el carácter ficcional de todo cuerpo, en tanto espacio de experimentación de extrema densidad política y como expresión de una multiplicidad inagotable de sentidos, tal como lo vienen sosteniendo un cierto feminismo, el psicoanálisis y un cierto discurso filosófico (Preciado, 2019; Nancy, 2004, 2011, 2013; Serres, 2011; Lacan, 2012; Lang, 2017; Butler, 2004, 2009, 2015, etc.). Desde estas perspectivas, se considera la mediación del lenguaje -es decir, de una red de significaciones construidas y otorgadas a lxs sujetxs- para romper con la ilusión de una percepción inmediata, directa y objetiva de un mundo -de un cuerpo-. En otros términos, aquí partimos del supuesto de que los abordajes en torno al cuerpo están sostenidos por discursos, es decir, que no hay un cuerpo verdadero al que podríamos acceder o al que algunos discursos tocarían más. Siempre se trata de narraciones del cuerpo, de producciones de sentido.En el campo de la danza contemporánea y de las técnicas somáticas, encontramos que circulan propuestas que valoran aquello que se suele denominar ?movimiento orgánico?. Este modo de nombrar, nos lleva a preguntarnos tanto por los supuestos, por la noción de cuerpo que implica, como por los efectos en las prácticas estéticas, pedagógicas y políticas. ¿Por qué surge la necesidad de recuperar una suerte de movimiento orgánico en la danza? Sabemos lo problemático que resulta un cierto uso del término ?orgánico? cuando se lo asocia a una suerte de cuerpo natural, inmediato, por fuera de todo discurso, y por tanto más verdadero: ¿acaso el ?cuerpo orgánico? no es una ficción más en el campo disensual de los discursos que rodean al cuerpo? Nos preguntamos entonces a qué materialidades alude este concepto y con qué otros discursos sobre el cuerpo disputa.