INVELEC   23402
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES SOBRE EL LENGUAJE Y LA CULTURA
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
Filosofía y Letras en los tiempos fundacionales de la Universidad Nacional de Tucumán
Autor/es:
PADILLA CONSTANZA
Libro:
Antología cultural 1916-2016
Editorial:
Archivo Histórico de Tucumán
Referencias:
Lugar: Tucumán; Año: 2016; p. 753 - 758
Resumen:
Eran tiempos urgentes los de 1914. Era necesario llenar un vacío importante no sólo en el norte argentino sino en la forma en que estaba siendo entendida la Universidad en nuestro país. Al respecto son elocuentes las palabras que pronuncia el Dr. Juan B. Terán, en el discurso de apertura de los cursos de 1915, que fue conservado con el título ?La universidad como obra social?:Caracterizando nuestra enseñanza superior, acaba de decir uno de los directores de la educación, el doctor Ernesto Nelson : ?«La Universidad argentina es poco más que un instituto de cultura intelectual y por esto influye menos de lo que podría en la vida de la nación; no existen en nuestro mecanismo universitario instituciones formadoras del carácter de la juventud, educadoras de la acción, de los instintos mismos del individuo; en este sentido, la futura Universidad de Tucumán podría ser el primer grano de levadura que hiciera fermentar, con aspiraciones nuevas, la masa social argentina, preparada, sin duda, para ser convencida mediante algún espectáculo evidente y tangible, de que la educación de un pueblo es algo más que idea, libros y conocimientos; que es una actitud espiritual frente a los hechos de la vida, un sentimiento, una disposición altruista de la voluntad, un amansamiento de la bestia trágica, que suele, a ratos, poner todo el material de su cultura al servicio de una barbarie rediviva» (Terán, 1918: 26).Sin embargo, eran tiempos tan urgentes que por ello Terán, en el discurso de inauguración pública de la UNT, el 14 de mayo de 1914, afirmaba:Pedes in terra, ad sidera visus -digamos como divisa de blasón de la nueva Universidad- los pies dentro de la tierra, la mirada hacia las estrellas. Si ella surge al amparo del genius loci, del genio de su suelo, lleva su cabeza hacia las estrellas, afirmando una vocación superior, porque no quiere ser una casa de estudios meramente profesionales y prácticos, y porque han de caber en su curriculum, un día futuro pero cierto , « las bellas inutilidades indispensable», que dijera un filósofo. (Terán, 1918:17)Y ese día futuro pero cierto, llegó muchos años después, en 1937, bajo el segundo rectorado del Dr. Julio Prebisch (1937-1940) quien enfatizaba -apoyándose en Ortega y Gasset-, según Celia Bravo y Yolanda Vaca (2006: 471): ?la clave para la formación de un buen profesional era una sólida formación cultural. Compartía la opinión del filósofo respecto de que la crisis del hombre europeo residía en un profesionalismo o especialismo no debidamente compensados por el aporte de la cultura?.