INVESTIGADORES
SOUTHWELL Myriam Monica
congresos y reuniones científicas
Título:
"Producción y reproducción de la desigualdad educativa en la escuela media: exploraciones en La Plata y zona de influencia".
Autor/es:
SOUTHWELL, MYRIAM; STAGNO, LEANDRO; LICHTMANN, VERÓNICA; LEGARRALDE, MARTÍN
Lugar:
Universidad de La Plata
Reunión:
Jornada; I Reunión Nacional de Investigadores en Juventudes; 2007
Institución organizadora:
Red de Investigadores en temas de juventud
Resumen:
La igualdad es un concepto querido por los educadores. La escuela que conocemos se organizó como un medio de distribuir conocimientos a todos, y de producir una cultura común que garantizara la inclusión en una sociedad integrada. Por ejemplo, las instituciones educativas que diseñó la revolución francesa (una de las primeras experiencias históricas modernas que se plantea la formación de una sociedad igualitaria) se llamaban ?casas de igualdad?, y en ellas los niños debían acceder al mismo vestuario, la misma alimentación, la misma instrucción y el mismo cuidado. La idea de ?escuela pública? como un espacio común que proponía una igualdad en el trato a cada uno de los alumnos y alumnas, ponía al sistema educativo en línea directa con la formación de la ciudadanía y de la vida republicana. La noción de igualdad moderna se planteó superar un sistema de castas y jerarquías que establecía distintos derechos y posibilidades para los distintos rangos sociales. El establecimiento de la igualdad ante la ley, si bien todavía hoy dista de ser una realidad efectiva, fue un paso importante en instituir una sociedad basada en principios igualitarios: todos los seres humanos nacen iguales y tienen iguales derechos. Que eso no era así ni siquiera entre los sectores más privilegiados de la sociedad, lo muestra la historia de Mariquita Sánchez de Thompson. Esta mujer valiente tuvo que pedirle al Virrey Sobremonte en 1804 que intercediera ante su madre para poder casarse con su primo, Martín Thompson, en una apelación a la autoridad masculina, exterior a la familia, frente a lo que consideraba era una vulneración de sus ?justos y honestos deseos? por parte de su madre.1 Las mujeres, en ese entonces, no eran consideradas iguales a los hombres; sus destinos eran decididos por sus padres o maridos, o por los adultos a cargo de la familia. Tampoco eran iguales los mulatos, los indígenas o las ?castas raciales? ?como se las llamaba entonces-. La afirmación de la igualdad como principio constitutivo de la sociedad es uno de los principios de las repúblicas modernas, un principio que no siempre se cumple en la práctica pero que actúa como horizonte orientador de las prácticas, y como un sentido de lo que es una ?vida buena? para todos. Aunque esta noción de igualdad se fue naturalizando en nuestras lógicas de pensar y de hacer, es bueno recordar que la igualdad no fue ni es un concepto unívoco ?dicho en términos más precisos, es un concepto con gran densidad semántica. Podemos encontrar dentro de él las implicancias de la igualdad ante la ley, la prohibición en pos de la igualdad, la igualdad como derecho, la igualdad como imposición, la igualdad como punto de llegada o de partida, las experiencias históricas concretas de construir la igualdad, entre otros. ¿Cuál fue nuestra experiencia con la igualdad en la escuela? ¿Cómo podemos pensar hoy en formas más complejas de la igualdad? Quisiéramos en lo que sigue empezar a responder estas preguntas, convencidas que la igualdad sigue siendo un valor fundamental para una sociedad más justa y más plena.