INVESTIGADORES
JACINTO Claudia Gabriela
congresos y reuniones científicas
Título:
Reformulaciones recientes acerca de la formación para el trabajo en la educación secundaria general
Autor/es:
CLAUDIA JACINTO
Reunión:
Seminario; Seminario Internacional sobre ?Educación y trabajo. Interrelaciones y Política?; 2009
Resumen:
Durante los años noventa, el consenso generalizado fue que tanto el  mercado de trabajo incierto y cambiante como la vida cotidiana requerían enfatizar una educación secundaria general de calidad y un conjunto de saberes amplios durante ese tramo de la escolaridad. Hoy sigue primando ese consenso pero,  se evidencia una reformulación del lugar de la formación para el trabajo en la educación secundaria, tanto la técnica como la académica.  En efecto, si se repasan las iniciativas recientes en la región, en relación a la educación técnica, nuevas tendencias apuntan a reintegrar el modelo institucional y curricular y a articularla con un sistema de formación continua y de certificación de competencias. En la educación secundaria general o académica (ESA), se empieza a revalorizar su articulación con la preparación para el trabajo de un modo que podría denominarse intermedio ?entre el generalismo y la formación profesional específica? tanto en las contribuciones teóricas como en las iniciativas de las políticas. Estas discusiones no son sólo latinoamericanas. Algunos países europeos incluyen  materias prácticas en la secundaria inferior y el fracaso en ese nivel ha llevado a cuestionar su excesiva uniformidad. Aunque las cifras de cobertura y calidad son mucho mejores que las de América Latina, el abandono prematuro de los estudios antes de completar el nivel secundario superior lleva a que ?un gran número de jóvenes abandona el sistema educativo sin haber adquirido las capacidades necesarias para acceder al empleo? según un informe de la Comisión Europea de 2007. Como puede sospecharse, los fundamentos para esta revalorización de los saberes del trabajo exceden la preocupación por la inclusión educativa de los jóvenes. La sociedad del conocimiento hace cada vez más difusos los límites entre conocimientos teóricos,   tecnológicos y prácticos. La oposición entre formación general versus formación especializada es parte de un falso debate ya que: ¿en qué medida es posible formar en competencias generales sin pasar por específicas y viceversa? Las fronteras son cada vez más difusas entre formación académica y formación técnica y profesional, entre teoría y práctica en un mundo donde la generación de conocimientos apela a la integración de saberes y a la adecuación permanente a los cambios. Más allá de estas consideraciones generales, también aparecen argumentos y evidencias de investigación que señalan la mayor motivación e interés que generan en los jóvenes los procesos de aprendizaje que parten de saberes prácticos para desde allí plantear saberes teóricos, o lo que se conoce como el valor pedagógico de la formación orientada y del aprendizaje situado. Se plantea tener en cuenta las diversidades culturales, motivacionales y de intereses de los jóvenes, y considerar las desiguales condiciones de familiares y de vida, para apuntalar la democratización del sistema a través de mayor diversificación institucional y curricular. Además, la mayoría de los jóvenes enfrentan la inserción laboral durante o inmediatamente después de finalizar la escolaridad secundaria    ¿En qué sentidos se observa una reformulación de la función de formación para el trabajo en la escuela secundaria superior,  más allá de brindar saberes y competencias generales y transversales con las que todos acuerdan? En algunos países,  el desarrollo de competencias laborales generales y/o específicas en la educación secundaria general o académica ha superado la etapa de iniciativas institucionales, y se ha integrado a las políticas de educación secundaria. La reformulación parece estar ligada a que no sólo se reconocen de las ?grandes? transformaciones tecnológicas, la globalización y la apertura de los mercados, y las demandas en la sociedad del conocimiento. Las complejidades y tensiones de los mercados de trabajo diversos y segmentados como los latinoamericanos y las demandas, a veces polarizadas, a la educación han instalado interrogantes en torno a: ¿qué contribución puede hacer la escuela a la comprensión del mundo del trabajo, sus reglas del juego y sus vinculaciones con el desarrollo del país?; ¿cuál debe ser el papel de la escuela en la orientación a los jóvenes egresados que se enfrentan a un mercado duro e incierto?; ¿es conveniente proponer generalizadamente que la escuela secundaria no forme para nada específico?; ¿cómo canalizar el desarrollo de competencias emprendedoras? En este marco, las nuevas concepciones amplias sobre la introducción de saberes del trabajo en la escuela, se organizan en al menos dos grandes lineamientos: a) colocar al ?trabajo? y sus dimensiones   éticas, políticas, sociales, legales, etc. como objeto de conocimiento y de desarrollo de competencias con intencionalidad en los currículos escolares; y b) proponer dispositivos que faciliten el desarrollo tanto de saberes laborales generales como específicos, incluyendo pasantías, emprendedorismo, orientación educativo-laboral y articulaciones con la formación profesional. Estas tendencias, en algunos de los países parecen incipientes y en otros muestran gran fuerza. Entre estos últimos, la introducción amplia y explícita de saberes del trabajo en la ESA superior en México, Colombia y Brasil, a través de varios dispositivos. Los dispositivos plantean incluso en algunos casos formatos innovadores como las pasantías que se prevén en diversos espacios y no sólo en empresas; o como una concepción articulada de la ?cultura del trabajo? para encuadrar las acciones de orientación educativo-laboral. Se han hecho esfuerzos en el desarrollo de condiciones y dispositivos institucionales para dar soporte a estas orientaciones. Leyes generales de educación o de educación secundaria que los prevén, leyes específicas que intentan organizar y salvaguardar los objetivos pedagógicos de algunos dispositivos de acercamiento al mundo del trabajo como las pasantías, capacitación a los docentes en alguno de los casos; financiamiento específico; orientaciones a las escuelas para desarrollarlos. Se está ante un largo proceso todavía. Entre los riesgos, seguramente está que estos intentos de incorporación de los saberes del trabajo, no queden en paralelo, sin integrarse a lo que se hace en la vida cotidiana de las aulas. La integración institucional y curricular de estas iniciativas son sumamente importantes. Otra cuestión clave es que no constituyan iniciativas aisladas sino que apunten globalmente hacia un sistema más flexible que permita la diversidad de estudios, pasarelas entre diversos campos de enseñanza.    ¿En qué medida estas acciones contribuyen a los complejos desafíos que los jóvenes latinoamericanos enfrentan en sus procesos de inserción laboral?; ¿funcionan como estrategia de motivación y retención de los jóvenes? Por lo pronto, la experiencia internacional muestra que las propuestas que articulan formación vocacional  combinada con una suficiente  cantidad de contenidos académicos, de carácter propedeútico, son útiles si son bien enseñados y con escuelas bien provistas. Incluso inducirían a los jóvenes a dar una mayor continuidad  a sus estudios. O sea, como en todo, una cuestión es la propuesta y sus potencialidades, otra muy distinta es cuáles son las condiciones imprescindibles para que ello se haga con calidad y apunte a los resultados esperados. Al respecto,  un aspecto crítico es enmarcarlas dentro de las medidas necesarias para no agudizar sino tender a superar la segmentación del sistema educativo en su conjunto.