Vocational training programmes and disadvantaged youth in Latin America: a balance of strategies in the last decade

CLAUDIA JACINTO

Universidad de Oxford, Gran Bretaña

Conferencia; 8th Conference on Education and Development; 2005

UK International Forum for International Education and training (UKFIET)

La ponencia se centra en la evaluación de las estrategias y los resultados de los programas desarrollados en la región para capacitar e insertar en el trabajo destinados a jóvenes vulnerables. Los años noventa fueron años de ajustes estructurales y de apertura económica en América Latina.  El impacto del ajuste se observó en el incremento de los niveles de desempleo, subempleo, deterioro de las condiciones de trabajo y pobreza.  Como los jóvenes, y entre ellos particularmente los de sectores más desfavorecidos, fueron el grupo más afectado por esta situación, la expansión de la educación secundaria y la implementación de políticas sociales se focalizaron en ese grupo.  Muchas de las intervenciones se orientaron a brindar formación profesional específica orientada a jóvenes con bajos niveles educativos, quienes generalmente no tienen acceso a la formación más convencional. Se identificaron en la investigación básicamente dos modelos. a) Una gran cantidad de ellos fue desarrollada por los ministerios de trabajo y financiados por el BID y/o el Banco Mundial.  Estos programas brindaron capacitación a corto plazo combinada con pasantías en el sector formal de la economía. Por una parte, los programas de capacitación diseñados por los ministerios de trabajo fueron generalmente breves y no muy costosos que combinaban inserción/prácticas  y un razonable nivel de empleo post-capacitación.   A pesar de ser más flexibles que la formación profesional tradicional, la insititucionalidad creada fue débil y poco sustentable.  Los cursos se dirigieron a áreas tradicionales, y muchos de ellos tuvieron baja calidad. b) Los programas relacionados con organismos públicos de Desarrollo Social, ejecutados a través de ONG e iglesias, generalmente tuvieron un enfoque más integral combinando la enseñanza de habilidades técnicas con habilidades sociales, habilidades para la búsqueda de empleo  y de orientación laboral. En este caso se consideraban tanto las necesidades educacionales de los jóvenes pobres como las demandas de un mercado laboral inestable.  Pero se ocuparon menos de cómo sería la inserción laboral de los pasantes al finalizar estos cursos y no se orientaron adecuadamente a nichos reales del sector informal.  Usualmente atribuyeron las dificultades de los jóvenes para iniciarse en el auto-empleo a su falta de experiencia y edad. Las conclusiones enfatizan limitaciones de los enfoques y estrategias ?compensatorias? desarrollados por estos programas. Los jóvenes asisten a estos cursos de capacitación profesional muchas veces sin haber terminado la educación secundaria y generalmente carecen de las habilidades básicas, no solamente porque no alcanzaron un determinado nivel educativo, sino porque los colegios a los que asistieron no eran lo suficientemente buenos. En general, estas intervenciones permanecen aisladas y se hace evidente la falta de una red local y nacional entre los sectores educativos, de trabajo, de desarrollo social y de salud. En especial, una importante debilidad está referida al escaso vínculo entre la educación formal y los programas de capacitación. Por otro lado, estas iniciativas tienen un impacto limitado en el marco de un mercado de trabajo deteriorado e inequitativo.