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LUIS MALDONADO, ENRIQUE BEDASCARRASBURE, ALEJANDRO ALVAREZ4, ANA CRAIG, ELIANA SOLÓRZANO1, CATIANA ZAMPINI 1,2,3, NANCY VERA2,4, ROXANA ORDOÑEZ1,2,3 Y MARÍA INÉS ISLA1,2,3

Lugar:

Mar del Plata

Reunión:

Congreso; II Congreso Argentino de Apicultura; 2008

Institución organizadora:

Sociedad Argentina de Apicultores. Consejo Federal de Inversiones e INTA

Resumen:

El origen floral de las mieles es una evaluación importante que se utiliza como elemento de diferenciación y comercialmente para agregar valor. En el caso de mieles monoflorales, la legislación argentina establece que para que una miel pueda ser considerada como tal, en su composición se debe encontrar como mínimo, un 45% de polen de la misma familia, género o especie floral y poseer características organolépticas, físico-químicas y microscópicas propias. Sin embargo también establece excepciones dentro de las cuales se encuentra la miel de citrus (Citrus sp) para la cual es suficiente que se encuentre entre 10 y 20% de polen de citrus. Esto se debe a que el período de máxima secreción de néctar no coincide con el período de maduración de las anteras y por lo tanto la cantidad de polen en la miel es baja y variable. A nivel mundial se ha trabajado para establecer otros marcadores del origen botánico, en base a propiedades físicas y composición química. Particularmente, para el caso de mieles de citrus, se ha establecido que la hesperetina ((S)-2,3-dihydro-5,7-dihydroxy-2-(3-hydroxy-4-methoxyphenyl)-4H-1-benzopyran-4-one) y el metilantranilato (MA) (methyl 2-aminobenzoate) son compuestos característicos de este tipo de mieles. Este último es un componente volátil del néctar y por lo tanto su concentración puede variar en función de factores ambientales y condiciones de almacenamiento. En el marco del Clúster Apícola NOA-Centro se trabajó en la puesta a punto de la metodología para extracción, detección y cuantificación de esos compuestos en muestras de mieles obtenidas de apiarios comerciales de Apis mellifera ubicados en la zona pedemontana de la provincia de Tucumán, donde predomina el cultivo de limón (Citrus limon). Para la extracción de los compuestos se siguió la técnica propuesta por Ferreres-Barberán, modificada. La miel diluida con agua acidulada, se extractó con n-hexano y luego se prosiguió de la manera habitual. Sobre los extractos finales se determinaron hesperetina y hesperidina por HPLC utilizando una columna de fase reversa RP-18 (12,5 x 0,4 cm, 5 µm de tamaño de partícula), con fase móvil agua-ácido acético (solvente A) y metanol (solvente B). La detección se realizó a 290 nm. Se realizaron estudios comparativos preliminares de distintas técnicas de extracción de Metilantranilato para su posterior detección a través de Cromatografía gaseosa acoplada a espectrómetro de masa (GC-MS). La concentración de hesperetina varió entre 0,29 y 1,83 mg.kg-1, que son valores comparables a los informados para mieles de citrus producidas en España, en tanto que la hesperidina varió entre 2,62 y 6,35 mg.kg-1. La puesta a punto de métodos de extracción y cuantificación de marcadores químicos permitirá una mejor caracterización de mieles de limón para su posterior comercialización.