Efecto del confort térmico sobre la conducta de descanso en vacas lecheras en la cuenca Abasto de Buenos Aires.

BALDO, ANDRES; VACA, ROBERTO; BONAMY, MARTIN

Virtual

Congreso; 43° Congreso Argentino de Producción Animal; 2020

Asociación Argentina de Producción Animal

IntroducciónEl cambio climático ha provocado particular interés por el alto grado de variación de las condiciones medio ambientales. Las olas de calor aumentaron en frecuencia e intensidad en las últimas décadas en Argentina afectando sus principales regiones ganaderas). Por las condiciones climáticas en las diferentes cuencas lecheras argentinas las vacas están expuestas a estrés calórico. Específicamente en la cuenca Abasto existen reportes de aproximadamente 45 días al año con valores de índice de temperatura y humedad (ITH) superiores al umbral critico de confort (ITH≥ 68). La conducta de echado tiene una prioridad muy alta sobre el tiempo de alimentación y la interacción social entre las vacas. La demanda de descanso es relativamente inelástica por lo cual el tiempo de echado es un buen indicador de bienestar animal (Munksgaard et al., 2005). No existen reportes que relacionen las condiciones ambientales con el tiempo de descanso en vacas lactantes en la cuenca Abasto. El objetivo del presente trabajo fue evaluar la asociación entre el ITH máximo y la conducta de echado diario de vacas lecheras durante el verano.Materiales y métodosEl trabajo fue realizado en la localidad de Cañuelas, cuenca Abasto de Buenos Aires, durante 36 días, desde el 15 de enero al 20 de febrero de 2020, en un tambo sistema drylot, con libre acceso a sombra natural que manejaba un solo rodeo de 186 animales a los que se les realizaban tres ordeñes diarios. Para el estudio se utilizaron 7 vacas Holstein multíparas, con 135 (+12) días en lactancia y una producción de leche diaria de 27,3 (+ 2,4) l. Previo a los ordeños del medio día y tarde se realizaba refrescado por aspersión y ventilación. La temperatura ambiental y la humedad relativa se determinaron a intervalos de 30 min, con una estación meteorológica (HOBO-U23), ubicada a la sombra y a 3 m de altura. El ITH se calculó con la fórmula (NRC, 1971): ITH = (1,8 × T+ 32) ? ((0,55 ? 0,0055 × RH) × (1,8 × T? 26,8)); donde T= temperatura del aire (°C) y HR= humedad relativa (%). A cada vaca se le colocó un podómetro IceQube (IceRobotics LTD) en la pata derecha durante los días que duró la experiencia. Mediante el dispositivo se registró, tiempo de echada, número de períodos echada y la duración de cada período echada en forma diaria. Se ajustó un modelo longitudinal mixto de medidas repetidas considerando el efecto de los rangos de ITH máximo diario en el tiempo de descanso, con la vaca como efecto aleatorio; se utilizaron las librerías lme, emmeans y lsmeans en R.Resultados y DiscusiónA partir de ITH máximos diarios superiores a 78 se evidenció una disminución del tiempo de descanso debido a una menor duración de cada periodo (Cuadro 1). Con una carga de calor aumentada, los animales cambiaron su comportamiento en un esfuerzo por mejorar el enfriamiento, aumentaron su tiempo paradas y disminuyeron el tiempo de echadas. Según Cook et al., 2007, estas conductas sirven para exponer más área de superficie para la reducción del calor, aumentar la pérdida de agua, el área de superficie radiante y el movimiento de aire por convección. Estudios en sistemas estabulados informan un rango de 11 a 14 horas de echada en condiciones termoneutrales; cuando aumenta la temperatura ambiente este lapso se reduce un 30% (Ito et al., 2010), lo cual coincide con la información reportada en el presente trabajo. Se observó que aun cuando el ITH máximo fue menor a 72 hubo un alto número de horas en condiciones de disconfort térmico. La influencia climática podría ser monitoreada fácilmente mediante el uso de estaciones meteorológicas ubicadas en los tambos y el ITH ser el determinante de decisiones de manejo, como la incorporación de más momentos de refrescado.ConclusionesLas vacas mostraron menor tiempo de descanso en los días que presentaron mayor ITH máximo. Sería necesario aún en las condiciones de clima templado de la cuenca Abasto de Buenos Aires, implementar estrategias que procuren aumentar el confort térmico y el bienestar de las vacas lecheras durante el verano.