IHEM   20887
INSTITUTO DE HISTOLOGIA Y EMBRIOLOGIA DE MENDOZA DR. MARIO H. BURGOS
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
El último laberinto: el útero de Pomacea canaliculata
Autor/es:
GIRAUD BILLOUD, M; CASTRO-VAZQUEZ, A
Lugar:
Mendoza
Reunión:
Taller; Sexto Taller Biología de Ampullariidae - POMACEA 2017; 2017
Institución organizadora:
Grupo POMACEA - Argentina
Resumen:
Conocido desde el s. XIX, este órgano es el más complejo de esta especie, generosa en complejidades. A partir de reconstrucciones computarizadas de sus componentes internos: el receptáculo seminal, la bursa copulatrix, la glándula de la cápsula, y la glándula del albumen?.Lo peculiar de P. canaliculata, y quizás de todas sus congenéricas, es (1) que no todos los sectores del tracto genital están conectados ?en serie? como en los demás gasterópodos, sino que el ducto glandular del albumen es un afluente lateral al trayecto principal del útero, y (2) que el receptáculo seminal ha desarrollado dos subconductos paralelos, pero con interconexiones: uno para el descenso de los ovocitos y otro para el ascenso y almacenamiento de los espermatozoides, donde las conexiones servirían para que la fertilización pueda producirse antes de que los ovocitos reciban sus coberturas finales. Estas dos características vuelven al conjunto tan intricado que solo la reconstrucción 3D pudo ponerlos totalmente de manifiesto. Lo que sigue es nuestra hipótesis funcional, que pretendemos sirva como una ?guía de viaje?, para no perderse en el laberinto:Descenso de los ovocitos, y más tarde, de los huevos: Los ovocitos entran al útero, uno a uno, a través del delgado oviducto visceral, que penetra en el bulbo del receptáculo seminal. Allí se ensancha en el primer tramo del ?subconducto O? (ovocitario) del receptáculo, tapizado por epitelio glandular sorítico, que secreta la primer cobertura, el perivitelo ?traslúcido?, aparentemente análogo a la zona pellucida de los mamíferos, De allí pasan al segundo tramo del subconducto O, donde están las principales conexiones con el subconducto E (espermático) y donde parece ocurrir la fertilización. A continuación, los huevos entran en el tercer tramo del subconducto O, que es delgado y espiral, y que puede cumplir la función de separar los huevos, cada uno de los cuales recibirá una cápsula por separado. Finalmente el subconducto O sale del bulbo y entra en la cola del receptáculo, donde se vuelve perfectamente paralelo al subconducto E, antes de desembocar en el conducto común a ambos. El conducto común desemboca en la parte proximal del ducto principal del útero, en una zona que hemos llamado carrefour, por analogía con estructuras de pulmonados, donde se cruzan los caminos de las vías ovocitaria y espermática. Este carrefour es donde desemboca también el ducto glandular del albumen, que provee a los huevos la cuota de perivitelo ?rosado? (perivitelina-1, ovorrubina, nutritiva para los embriones) y ahí comienza el descenso de éstos por las seis vueltas de la glándula de la cápsula, donde cada huevo recibe la perivitelina-2 (neurotóxica para los predadores) y la cubierta calcárea. Después, solo le queda a los huevos llegar a la vagina y ser depositados. Ascenso de los espermatozoides: Hasta el carrefour llega el pene en su ascenso y ahí se depositan los espermatozoides antes de entrar al receptáculo. Los euspermios, los únicos espermatozoides fértiles, son incapaces de movimientos traslativos, por lo que deben ser arrastrados por los paraespermatozoides, que son infértiles. La gruesa musculatura del receptáculo puede también ejercer un efecto de succión. Así suben por el conducto común de la cola del receptáculo, y continúan por el primer tramo del subconducto E, también en la cola. Después, el segundo tramo del subconducto E entra en el bulbo, donde se ensancha y se vuelve más glandular, para después arborizarse en los numerosos sáculos del tercer tramo, donde los espermatozoides se acumulan ordenados ?en empalizada?. A través de múltiples conexiones con el segundo tramo del subconducto O, los euspermios pueden penetrar al lugar de la fertilización. Ya no están ?en empalizada?, sino sueltos, u ordenados ?en roseta?, por sus cabezas. Y así termina la ?guía de viaje?.