INCIHUSA   20883
INSTITUTO DE CIENCIAS HUMANAS, SOCIALES Y AMBIENTALES
Unidad Ejecutora - UE
libros
Título:
Filosofía. ética, política, educación
Autor/es:
ADRIANA ARPINI (COMPILADORA); SARA LETICIA MOLINA (COMPILADORA)
Editorial:
Qellqasqa - Centro de Investigaciones Interdisciplinarias de Filosofía en la Escuela (CIIFE)
Referencias:
Lugar: Mendoza; Año: 2008 p. 267
ISSN:
978-987-9441-31-2
Resumen:
Presentación               Este libro nació con el propósito de generar un espacio de reflexión y discusión sobre problemáticas contemporáneas de la filosofía práctica y de explorar las relaciones entre ética, política y educación, así como sus interpelaciones a la realidad socio-histórica. Contiene un conjunto de trabajos seleccionados entre los que se presentaron en las Primeras Jornadas de Filosofía, ética, política y educación, realizadas en la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo, convocadas por el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias de Filosofía en la Escuela (CIIFE), en noviembre de 2005. Los trabajos están organizados en tres apartados. La primera sección está dedicada al vínculo entre ética, política y educación. Contiene trabajos que realizan análisis conceptuales sobre temas específicos de la filosofía práctica y de su relación con la educación. La segunda parte anuda la filosofía con la cultura institucional escolar y los debates acerca de los desarrollos curriculares en una serie de reflexiones críticas que resultan verdaderas aportaciones para la construcción conjunta del conocimiento. El tercer apartado está dedicado a la narración de experiencias realizadas en distintos ámbitos educativos formales y no formales. El conjunto de trabajos pone de manifiesto riqueza conceptual y variedad de propuestas didácticas que constituyen un valioso aporte a los estudios y a la práctica de la filosofía, así como a la enseñanza de contenidos éticos y políticos en distintos niveles educativos.    Primera parte:             Norma Fóscolo abre la primera sección con un trabajo que lleva el mismo título de las jornadas: “Filosofía, ética, política y educación”. Se pregunta por el valor social de estas disciplinas, y por las relaciones que mantienen, y especialmente con la educación. Sostiene que filosofía, política y ética son objetivaciones, que se originan en la vida cotidiana. Cada persona en su vivir cotidiano, piensa, siente y actúa por motivaciones particulares, movido por necesidades. Pero, en cuanto seres sociales, las posibilidades de mejorar y realizarse se concretan sólo si con sus acciones se mejora al mismo tiempo el género humano. Por eso la libertad radica no en su particularidad, sino en su genericidad. La educación es importante para el mantenimiento de los grandes logros de la humanidad, para la reproducción de las instituciones surgidas de procesos emancipatorios y, fundamentalmente, para las transformaciones históricas que los tiempos requieren. Pero es necesario distinguir entre aquél tipo de educación que se limita a reproducir  imitativamente las objetivaciones de la sociedad tal como son, procediendo por inculcación en los sujetos; y aquella que busca formar individuos conscientes, libres y críticos, socialmente solidarios, capaces de apropiarse de los procesos y los productos de  la filosofía, la política y la ética para  construir colectivamente una sociedad mejor.             También Graciela Fernández trabaja sobre las relaciones mutuas entre ética, política y educación. Afirma que son tres conceptos-guía de la vida ciudadana. Su análisis comienza con una mirada retrospectiva sobre la forma que se da el vínculo que une a estos conceptos en el mundo griego, y cómo dicha unidad se fue resquebrajando con el devenir temporal, especialmente durante la modernidad, en que se produce la separación entre ética y política. Frente a la dolorosa historia del siglo XX, la autora se pregunta ¿a quién debe servir la educación? ¿al orden político? ¿a los intereses de autorrealización del individuo? Tratándose de la educación pública, sostiene que se impone la necesidad de consensuar vías de encuentro entre ética y política, entre autorrealización y legitimidad, a fin de evitar que la educación se pierda en los laberintos de la burocracia. En el trabajo titulado “Entre la escarapela y la camiseta”, María Cecilia Tosoni se ocupa del concepto de ciudadanía, el cual no puede reducirse a su status legal, es decir, al conjunto de derechos que el Estado le reconoce a un individuo. Entendida como participación en una organización política, la ciudadanía conlleva un vínculo de pertenencia y se justifica mediante una narrativa que posibilita la autocomprensión de los sujetos como miembros de la  comunidad política. Desde hace algunos años el fútbol y su narrativa televisiva parecen haber suplantado la narrativa de la “argentinidad”, la cual constituye el telón de fondo para la justificación de la participación en las decisiones públicas y el ejercicio de los derechos.  El interés del trabajo no está en denostar el fútbol o la televisión, sino en señalar sus límites e indagar en qué medida esta hegemonía puede romperse desde una escuela que cumpla a cabalidad su rol de operadora cultural. “Educación para la responsabilidad ciudadana” es el tema que desarrolla Jutta Wester con el propósito de aportar al análisis crítico de las relaciones entre ética, política y educación y sus interpelaciones a la realidad socio-histórica. Analiza la crisis del sistema educativo argentino a partir de una categoría ética: la responsabilidad. ¿Cuáles son los retos a los que una educación para la responsabilidad ciudadana se ve enfrentada en Argentina a comienzos del Siglo XXI? Uno de ellos reside, precisamente, en la falta de espacios para experimentar la responsabilidad cívica tanto de forma práctica como teórica. Liliana Vela se ocupa del lugar de las mujeres en el cuidado de los otros. El proceso de gestación de los Estados modernos incluyó la generación de instituciones específicas que ligaron las prácticas privadas a las responsabilidades públicas. Entre esas instituciones ciertas profesiones vinculadas a la Asistencia Social fueron promovidas como actividades casi exclusivamente femeninas. Analiza la problemática que plantea a la ética  la corriente feminista igualitarista en confrontación con el feminismo de la diferencia, con el propósito de obtener elementos para reflexionar sobre la práctica profesional y sobre el vínculo entre ética, política y educación en el caso específico de la formación de trabajadores sociales. Claudia Yarza se ocupa de la propuesta ético-política de Enrique Dussel, quien propone un ambicioso programa de reconstrucción de la filosofía desde la perspectiva de la Alteridad del sistema de dominación. Ello incluye en un mismo movimiento: a) superar la posición “dominante” del discurso filosófico occidental y asumir un lugar de enunciación “propio” –no es lo mismo pensar desde el Centro que desde la periferia–, y b) asumir un concepto de universalidad que trascienda la supuesta “universalidad” del sujeto de la filosofía occidental –no es lo mismo ser un burgués europeo que un excluido latinoamericano–. El  trabajo enfoca las tesis más fecundas del autor acerca de los desafíos éticos y políticos de la actualidad. Desde la perspectiva de la historia de las ideas latinoamericanas, Adriana Arpini introdujo dos temas. Por una parte, una reflexión sobre los aprendizajes de ciudadanía en la actualidad. A partir de la narración de un episodio de la vida del joven José Martí llevamos la atención hacia el presente para interrogar acerca de ¿qué tipo de ciudadanía es aquella por la que, en tiempos de globalización, vale la pena comprometer la vida –como lo hizo Mart햭? La pregunta adquiere mayor amplitud y profundidad cuando se la formula de la siguiente manera: ¿qué se desprende de la afirmación “todos somos ciudadanos”? Plantear que “todos somos iguales” implica un ensanchamiento del presente que permita hacer efectiva esa igualdad mediante la emergencia de las diferencias, dando cabida a las experiencias silenciadas, sustituyendo la exaltación de lo uniforme por la búsqueda de alternativas a la vez utópicas y realistas. En la dimensión político-educativa supone entender la educación como proceso de sujetivación (de afirmación de sí mismo como sujeto histórico). Por otra parte, me ocupo del pensamiento educativo del filósofo peruano Augusto Salazar Bondy. Entre 1969 y 1974 Salazar participa activamente en el proceso de Reforma de la Educación de su país, realizando numerosos e importantes aportes críticos. Entre ellos, el lugar de los valores y de la valoración en la formación de las nuevas generaciones. Cuestión que reviste particular complejidad pues, si por una parte, los valores permiten fundar la racionalidad de la convivencia humana, por otra parte pueden resultar petrificados en disimulado vínculo con los sistemas de dominación. Ante la casi absoluta ausencia de la cuestión ambiental en el ámbito educativo, reflexionan David Pequeño y Ana Scoones con sendos trabajos. El primero sugiere algunas bases para establecer un diagnóstico de las causas de esta situación, a la vez que propone iniciativas tendientes a dotar de fundamento a un sistema educativo alternativo al vigente, pero construido desde el interior del que tenemos. Comienza el diálogo señalando que la pobreza, marginación y desplazamiento ambiental, concreto y simbólico de amplios sectores de la población constituye el principal problema ambiental de la Argentina. En sentido prescriptivo señala la necesidad de hacerse cargo del problema en su faceta política y educativa. Apela a la noción de “sujeto supuesto” para caracterizar al sujeto potencialmente apto como actor y destinatario de un sistema educativo reformulado en vistas de las futuras generaciones y atento a los principios de la ética de la responsabilidad. Por su parte Ana Scoones señala que si bien se presenta a la educación ambiental como principal solución a los problemas ecológicos, sin embargo la aplicación de planes y programa específicos en países desarrollados no ha logrado modificar el ritmo del deterioro. Un aspecto del problema es que existen tantas prácticas de educación ambiental como concepciones acerca del ambiente. La educación ambiental –sostiene la autora– no es un contenido más, implica un cambio de enfoque pedagógico, pues es una perspectiva compleja.   El tema de la Segunda Parte es Filosofía, Currículo e institución. Cristina Rochetti, analiza críticamente los supuestos pragmáticos de la educación para una vida democrática. Dewey, Pierce y Rorty ofrecen lineamientos claros respecto de la necesidad de generar condiciones propicias para que el niño desarrolle la experiencia en interacción con el medio, a través de la aplicación de procedimientos científicos que garanticen el pluralismo. Sin embargo, embozan un orden preestablecido en el cual la experiencia termina legitimando la misma visión metafísica que  pretende desechar. Rochetti apela al estudio que H. Marcuse lleva a cabo sobre el desarrollo avanzado del capitalismo en E.U., donde la libertad de mercado, con la imposición de necesidades garantiza el control eficaz de la sociedad, negando la posibilidad al sujeto de considerarse a sí mismo protagonista del proceso. El protagonismo del sujeto en el proceso educativo pasa al centro de la mira en la voz de Stella Brandi, quien focaliza su atención en un acotado campo de observación: el “grupo del fondo” generador de indisciplina y obstáculo principal para llevar adelante la clase, con frecuencia vacía de significación, que los docentes tienen a cargo en una escuela de sectores populares. Otro plano del registro es el modo como los alumnos del grupo del fondo construyen sus saberes cotidianos o saberes marginales no legitimados por el currículo oficial y cuya presencia es más fuerte que los incluidos en este último. Los conceptos de “saberes que” - relaciones de pareja, vínculo entre pobreza y delincuencia, la corrupción de la clase dirigente, entre otros- y “saberes como” – modos de practicar la indisciplina- son empleados por Brandi para ordenar la información. Se detiene en el análisis del cuchicheo en el grupo,  el uso de la ironía, el chiste, la burla y la risa, la música y el código somático, en un intento de dilucidar el sentido del juego, la resistencia cultural y la lógica de la fragmentación en la clase. Otro modo de conferir un lugar especial a la resistencia cultural y el compromiso corporal que ella acarrea, es lo que deja traslucir la pregunta ¿qué hay tras la libre expresión? que en el juego dialéctico entre lo dicho y lo silenciado, a través de mecanismos muchas veces inconscientes, la escuela va forjando un modelo de hombre y prefigurando un lugar social para cada niño. Así lo entiende S. Leticia Molina quien apela a la teoría de F. Nietzsche y su concepción de fuerzas tensionadas  operando en la acción, produciendo, resistiendo, negando, creando.    Los problemas anteriormente sintetizados pueden desembocar en una anomia generalizada. A ello apunta Ariel Fressia con su reflexión acerca de la pérdida de importancia de la normatividad en las escuelas. Después del autoritarismo y del  disciplinamiento y el control de los sujetos, se instala en las escuelas la moral indolora denunciada por Lipovetsky. La reproducción de la anomia social se evidencia en un modo de convivencia que hace posible la ocurrencia habitual de actos de violencia. La figura de la autoridad desdibujada, la negación de la necesaria disimetría entre educadores y educandos fomenta este tipo de prácticas. El reclamo de Fressia no tiene como fin alentar el retorno al conservadurismo en las instituciones escolares, sino ordenar y encauzar la inevitable conflictividad social a través de valores, límites justos y normas adecuadas. Sin conciencia ética, no se desarrolla la idea de legalidad. El Área de Formación Ética y Ciudadana (FEYC) delata una gran complejidad. Atento a la misma muchos pensadores procuran darle un marco referencial teniendo en cuenta tanto su especificidad como su carácter transversal. El trabajo de M. Luisa Rubinelli y el de Delia Albarracín, ponen de relieve este problema.  La complejidad del área de FEYC se pone de manifiesto en el abordaje que realiza M. Luisa Rubinelli. Campos disciplinares, saberes demarcados de creencias,  metodología, necesidad de capacitación docente, contenidos, modos de evaluación, se cruzan  en una propuesta que aporta elementos novedosos sobre todo en el aspecto de la transversalidad y cuya relevancia estriba en que han sido pergeñados desde un  contexto socio-cultural específico –el de la provincia de Jujuy-  pero perfectamente aplicables en otras regiones. En su visión, los temas transversales son presentados con un gran potencial emancipador, si se piensan las instituciones educativas en tanto instituciones sociales. En ese sentido, el eje de educación intercultural vertebra cuatro dimensiones de la transversalidad que deberían ser atendidas en el desarrollo curricular del área: social, interinstitucional, institucional y curricular.  La pertinencia de los temas transversales como articuladores del Área de FEy C es  puesta en  entredicho a través de la discusión que plantea Delia Albarracín. Después de haber desarrollado con su equipo un trabajo de investigación sobre la problemática del Desarrollo Curricular de FEyC como área transversal que le insume cinco años, aparece la idea  de trabajar sobre los aprendizajes significativos de ciudadanía en la escuela. Específicamente se aboca a la problematización del concepto de transversalidad, que en tanto aquello que atraviesa los contenidos de las diversas áreas pueden ser “temas” o “contenidos de un área curricular”. El problema se insinúa ya en el nombre mismo del área, sobre todo  en lo que atañe a los significados implícitos de la conjunción “y” de la expresión “ética y ciudadana” Defiende la idea de transversalidad como área de la Filosofía práctica que se traduce en transformación pues abre el espacio para pensar en común el ámbito público. La  legitimidad del área y la importancia de mantener y enriquecer el espacio en las escuelas se sostiene, entre otras cosas, porque promete fecundidad en el desarrollo del pensamiento crítico. En ese sentido, la Lógica también puede contribuir.  Susana Gallar defiende la incorporación de la lógica difusa en la enseñanza. El fundamento de este tipo de lógica se halla en la posibilidad de formular muchos grados de verdad, lo cual permite un acercamiento mayor a los problemas humanos y sociales. La introducción de este  tipo de lógica en el sistema de enseñanza  requiere “desmatematizarla” y traducirla a un lenguaje accesible para los adolescentes y con ejemplos de la vida cotidiana. En el cruce de propuestas y debates teóricos, los alumnos adolescentes pasan a ocupar el centro de la escena y su protagonismo tiene alcance nacional con el debut de la Olimpíada de Filosofía de la República Argentina organizada por la Universidad Nacional de Tucumán y llevada a cabo en el año 2005 y en la que participan más de mil alumnos de todo el país. El evento  se hace tangible en la síntesis de su desarrollo brindada por Sara del Valle Paz de Vargiú y Fabián Vera del Barco. Ambos desempeñan un rol protagónico en el proyecto. La filosofía entendida como ejercicio crítico de la razón está en el fundamento de la Olimpíada. El proyecto concibe la filosofía como una actividad útil para comprender el mundo y aprender a vivir mejor. El aspecto psico-evolutivo del adolescente la requiere en tanto formadora del espíritu crítico y de la identidad personal y sostén en la búsqueda de la verdad. Acorde con esta visión la Olimpíada propone una  metodología que reemplaza el examen por el trabajo en jornadas y talleres y la elaboración de ensayos.   La Jornada abre el espacio para que docentes y alumnos se den cita en un ámbito donde lo que importa es contar, relatar la vivencia que construye a la vez que incorpora saber, y compartir el goce experimentado en la actividad desarrollada.  De ello da cuenta la Tercera Parte del libro. Paula Ripamonti y Patricia Yori diseñan un Taller en el marco de la transversalidad del área de Formación Ética y Ciudadana.  Trabajan  con el tema “Educación para la paz” El propósito es construir cooperativamente una red de contenidos a través de una estrategia didáctica posicionada en la perspectiva del pensamiento complejo y globalizador. “La fragmentación social y cultural en la Argentina actual” es el tema escogido. La perspectiva compleja se aborda  en el aspecto procedimental de acuerdo a las instancias siguientes: problematización del presente, contextualización, conceptualización, construcción de relaciones, argumentación de ideas, debate, propuesta de solución, elaboración de conclusiones. Leen analizan fragmentos de poemas de Armando Tejada Gomez , empleados como estrategia de sensibilización. También se hacen presentes Experiencias de articulación entre el Nivel Polimodal y la Universidad, en la palabra de Lucrecia Boland, Francisco Cantamutto, Diana Lis y Stella M. Perez. La experiencia forma parte de un Programa que lleva adelante la Universidad Nacional del Sur, conjuntamente con las Secretarías del área de  Inspección de  Bahia Blanca. Se proponen profundizar el análisis sobre la influencia del entorno en el proceso de articulación, para evaluar si la política de articulación implementada desde la Universidad Nacional del Sur es acompañada por otras instituciones del entorno y en qué sentido. En busca de ese objetivo se aplica una serie de metodologías cualitativas. Susana Brandi comenta un proyecto de Educación ciudadana, aplicado en el nivel EGB 2, con el objetivo de permitir a los alumnos vivenciar a través de la experiencia directa la importancia de asumir crítica y constructivamente los problemas sociales; concretamente a través de la representación de los comicios electorales.  Las actividades incluyen diversas estrategias didácticas. M. Clara Fabris expone la síntesis de un Proyecto interinstitucional denominado "Investigar en el aula. Buscando una alternativa para la Enseñanza de la Formación Ética y Ciudadana"  desarrollado durante el ciclo lectivo 2004 en dos escuelas de EGB3 de la Provincia de Mendoza, siguiendo la propuesta metodológica del Programa de Filosofía con Niños de Mattheu Lipman. El Proyecto es realizado a través del desarrollo de experiencias de clase elaboradas en base a la lectura de episodios de Lisa, ejercitaciones  adaptadas de los manuales instructivos a las características de los grupos-clase, desarrollo de planes de discusión, elaboración de conclusiones y aplicación de instrumentos de evaluación psico-pedagógica. También se expresa la Filosofía desarrollada en espacios no-convencionales; en este caso con los resultados de los talleres que Adriana Barrionuevo y María del Rosario Dosio denominan “Homosexualidad en palabras. Hacia la transformación de la arquitectura de nuestro imaginario sexual-social", realizado con miembros de minorías homosexuales, en el marco del Programa de Investigación Aplicada, de la Secretaría de Extensión de la Universidad Nacional de Córdoba. El proyecto se propone colaborar en la construcción de un discurso tendiente a la autoafirmación y el reconocimiento social de las minorías sexuales. Las responsables de los talleres subrayan que la modalidad es extensible a otras problemáticas  y representa un aporte a la legitimación social de la filosofía. En este caso concreto, ponen en práctica la crítica de los discursos en materia de sexualidad a través de distintos procedimientos: lecturas, dramatizaciones, producciones escritas, entrevistas ante medios locales, y, sobre todo, en el espacio de los debates y la sistematización de las prácticas de preguntar y dar razones. Margarita Guerrero relata una experiencia llevada a cabo con alumnos de Polimodal en torno a la música, con el fin de indagar acerca de las concepciones antropológicas que subyacen en la música y bajo la convicción de que la filosofía como actitud vital está presente en las diversas expresiones artísticas. Los alumnos eligen la música preferida, con la cual tienen que realizar un análisis del contexto que incluya la intencionalidad del autor o del grupo que la difunde. La experiencia se desarrolla en dos escuelas. Hacen el análisis de las canciones elegidas y producen textos donde toman posición acerca de concepciones antropológicas descubiertas en Jean P. Sartre, y Erich Fromm entre otros. Un equipo de trabajo conformado por cuatro docentes pertenecientes al Segundo Ciclo de una Escuela de EGB, emprende un proyecto con alumnos de 8º y 9º años con la finalidad de  experimentar lo que algunos filósofos han llamado “Comunidad filosófica de investigación e indagación”; atendiendo especialmente a  la “pregunta”, resignificada y revalorizada por este tipo de comunidad. En este marco se abre la posibilidad de organizar  encuentros tipo taller, a los que se incorporan los padres y familiares de los alumnos. Las responsables del proyecto fueron: Elizabeth Heidrich, Flavia Scussolin, Nora Castro y Liliana Cornejo. M. Laura Díaz, María J. López, M.Victoria Ticera y Camila T. García, alumnas de la asignatura de Filosofía en el Nivel Medio de una escuela en la ciudad de Córdoba, se proponen         comunicar la experiencia de aprender filosofía, asesoradas por su profesora Adriana Barrionuevo. El contexto de tal experiencia es su preparación para participar en las IX Olimpíadas de filosofía organizadas por La UBA.  La lectura del material constituye su primer desafío, pues ninguna había tenido contacto previo con textos fuente. Es un ejercicio que practican durante un tiempo y que van  perfeccionando, no solo con la lectura y la escritura, sino, y sobretodo, también con los encuentros grupales, en la cantina, en la biblioteca de la escuela, en la casa de la profesora. Se trata de una experiencia en el sentido profundo de la palabra, al cabo de la cual sienten una transformación en sus vidas, superando el mero entrenamiento de cara a las Olimpiadas.