MENDOZA, AQUELLA CIUDAD DE BARRO. Ilustrado. Historia de una ciudad andina desde el siglo XVI hasta nuestros días.

PONTE, JORGE RICARDO.

CONICET

Lugar: Buenos Aires; Año: 2008 p. 656

978-950-692-077-7

Mendoza (1561) es una ciudad ordinaria a la que le han pasado cosas extraordinarias y que la vuelven lo suficientemente interesante como para merecer estudiar su historia social y cultural en tanto ciudad arquetípica de fundación española. Es, asimismo, una ciudad oasis que ha irradiado su modelo no sólo al resto de las ciudades del interior de la provincia sino también a su vecina hermana San Juan (1562) También ha recibido el nombre de ciudad bosque por la abundante vegetación que flanquea sus calles y por su cantidad de parques y plazas. Ha franqueado vicisitudes desde aquellos inicios tan difíciles en el siglo XVI; tales como su pertenencia durante sus primeros doscientos años como Corregimiento de Cuyo a la entonces Capitanía General de Chile (hoy un país vecino); su constitución como sede estratégica de la campaña libertadora hacia Chile y Perú del Gral. San Martín en tiempos de la independencia de España; su terremoto de 1861 que la asoló y que la obligó a tener que replantearse a nuevo; y a fines del siglo XIX, su puesta en valor y cabeza de modelo de una dirigencia modernista que la puso a las puertas del siglo XX como una provincia de vanguardia por su notable reconversión económica y social posterremoto; ser también el lugar donde se gestó el Lencinismo, aquel primer populismo provincial, antes que el país conociera, décadas después, al Peronismo. Poseedora de una inusual (en el país) dirigencia conservadora que propuso para ella aires de renovación tanto fuera durante la denominada generación del ’80 como en la década de los ‘30 y ‘40. Su localización relativa en la ruta Buenos Aires-Santiago de Chile-Lima fue clave en los tiempos coloniales y lo es también hoy en la estratégica ruta del Mercosur, que es la salida comercial argentina y brasilera hacia el océano Pacífico, a través del país trasandino Chile. Mendoza no es una ciudad circunscripta a un espacio formal que puede ser mayor o menor, según la entendamos en su espacio histórico o en su delimitación administrativa actual. Es, sobre todo, un espacio simbólico que desborda sus límites político-administrativos tradicionales para constituirse en el modelo testimonial del actual Área Metropolitana. Le ocurre lo que a las grandes aglomeraciones del mundo: se constituyen en referentes del imaginario colectivo, necesario para todo un territorio, entendido éste por el espacio, sus habitantes y el devenir del tiempo. Acontecimientos éstos que le han dado a Mendoza los condimentos necesarios como para hacer de ella un caso interesante de ser investigado e interpretado y, al mismo tiempo, tener una escala lo suficientemente pequeña o abarcable como para que todo este devenir histórico fuese aprehensible y manejable.