Del enfrentamiento al monopolio del poder en la cultura jurisdiccional. La relación cabildo/corregidor en Mendoza (1750-1778)

INÉS SANJURJO

Mendoza

Jornada; III Jornadas Interdisciplinarias de Investigaciones Regionales. Enfoques para la Historia (siglos XVIII-XX); 2013

INCIHUSA-CONICET

En el gobierno de la ciudad indiana convivían el cabildo y los agentes de la corona, a veces en una situación de acuerdo y muchas otras de enfrentamiento. En Mendoza, hasta 1783 el funcionario real era al corregidor de Cuyo, que como máxima autoridad política de la ciudad debía presidir el cabildo como parte y cabeza de él, para avalar sus decisiones de gobierno o regimiento. También era superior en materia de justicia ordinaria, pues aunque ejercía en primera instancia, podía apelarse ante él los fallos de los alcaldes, y tenía una mayor proyección territorial (sobre las tres ciudades del corregimiento). Como justicia del rey que era, se lo llamaba justicia mayor. En la práctica, la presencia del corregidor en la ciudad presentaba la ventaja de constituir otro juzgado "una alternativa para los opositores-, que podía atenuar los desequilibrios que se producían debido al dominio de ciertos grupos en el cabildo, pues los conflictos en los que estaban involucrados los cabildantes podían solucionarse mediante un contencioso ante él, y constituía "otra autoridad competente frente a la cual un demandante podía presentar sus peticiones, sus reclamos, o iniciar un litigio". Gran alarma se produjo entre los opositores que fuera nombrado corregidor un vecino de la ciudad que además era miembro y pariente del grupo que dominaba en el cabildo, pues consideraron muy perniciosa para ellos esa "unidad de justicia" ((Trabajo expuesto en la Mesa "Instituciones y prácticas de gobierno y justicia (s. XVIII-XX)", coord. por M. Bonaudo e I. Sanjurjo)