INCIHUSA   20883
INSTITUTO DE CIENCIAS HUMANAS, SOCIALES Y AMBIENTALES
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
Colegio Nacional Agustín.
Autor/es:
CIRVINI, SILVIA; MANZINI, LORENA
Libro:
Patrimonio Argentino: Escuelas, colegios y hospitales
Editorial:
Gráfico editorial argentina
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2012; p. 66 - 71
Resumen:
Resumen: El Colegio Nacional de Mendoza, el tercero en el país después del de Concepción del Uruguay y del de Buenos Aires, fue creado en 1864 durante la presidencia de Bartolomé Mitre. Su instalación formó parte del programa de asistencia de la Nación a la Provincia de Mendoza, cuando ésta dificultosamente se recuperaba del terremoto que asoló a la ciudad en 1861. Se esperaba que sus egresados contribuyeran a paliar la escasez de recursos humanos, en la que se hallaba sumida la ciudad como consecuencia del terremoto. El gobierno nacional de Mitre había condicionado el envío de su ayuda a Mendoza a la resolución definitiva  del emplazamiento de la ciudad-capital. La sanción de la ley del 12 de marzo de 1863, de creación de la Nueva ciudad determinó que, en menos de un mes, se crease la Comisión Filantrópica, instrumento oficial a través del cual se canalizó la ayuda económica a Mendoza, proveniente de donaciones del país y del extranjero. Aunque escasos, los recursos invertidos por esta Comisión fueron los únicos disponibles para levantar los primeros e indispensables edificios públicos. La situación de carencia en que se hallaba Mendoza, determinó la temprana asistencia técnica de la que luego sería la Oficina de Ingenieros Nacionales, creada en 1869 en la presidencia de Sarmiento. Así fue como hacia 1863, llegó a la ciudad el ingeniero italiano Pompeyo Moneta, quien por encargo de Mitre, realizó los proyectos de los edificios  públicos costeados con fondos de la Comisión, que fueron a saber: a) Casa de Gobierno, b) Iglesia Matriz, c) Cárcel, d) Escuela Elemental y e) Hospital. El edificio del Hospital fue construido durante 1864, en el borde oeste del trazado de la “Ciudad Nueva”, en el predio que ocupa en la actualidad Obras Sanitarias. Este edificio nunca fue utilizado como  hospital ya que, apenas terminado en enero de 1865, fue destinado para el funcionamiento del recién creado Colegio Nacional. Su planta era de tradicional esquema claustral, es decir una serie de salas alineadas, con circulación a través de galerías organizadas en torno de grandes patios, lo cual hizo fácil su adaptación al nuevo uso. Con la realización de algunas pocas obras menores, ese mismo año se inauguraron allí los flamantes cursos (primario y secundario) del Colegio Nacional. Este edificio, que sirvió durante muchos años para este uso, dio incluso nombre a la actual calle Belgrano, a la que se conoció durante muchas décadas como  la calle del Colegio, identificada así en varios planos de la ciudad.