INCIHUSA   20883
INSTITUTO DE CIENCIAS HUMANAS, SOCIALES Y AMBIENTALES
Unidad Ejecutora - UE
artículos
Título:
Recepción de la Teoría Crítica en América Latina: la constelación benjaminiana de marxismo y teología en Franz Hinkelammert
Autor/es:
FERNANDEZ NADAL, ESTELA
Revista:
Franciscanum: revista de las ciencias del espíritu
Editorial:
Facultad de Filosofía y Facultad de Teología - Universidad de San Buenaventura
Referencias:
Lugar: Bogotá; Año: 2011
ISSN:
0120-1468
Resumen:
Tanto el diagnóstico crítico de la realidad socio-política mundial actual como la búsqueda de posibles alternativas, que han ocupado la atención de Franz Hinkelammert en los últimos cincuenta años, tienen importantes afinidades con la crítica a la razón instrumental y el programa de generar una forma de racionalidad diferente, superadora del paradigma sujeto-objeto, que fueran desarrollados por la Escuela de Frankfurt en los años anteriores y posteriores a la segunda guerra mundial. Pero más allá de los múltiples puntos en común con esa “primera” generación de filósofos identificados con la Teoría Crítica, es indudable que, entre los integrantes y colaboradores de la escuela, es Walter Benjamin el referente más próximo al pensador germano-costarricense. La puesta en diálogo de algunos de textos de los dos filósofos permite mostrar interesantes puntos de encuentro, referidos, especialmente, a una similar visión crítica sobre la Modernidad y al concepto de secularización que subyace a la autocomprensión moderna. En ambos casos, la Modernidad es vista como una cristalización de tendencias de larga duración que develan profundos lazos de continuidad entre las sociedades capitalistas actuales y sus (no tan lejanos) orígenes judeo-cristianos. En cuanto a la secularización, es interpretada por ambos como un proceso complejo, que no implica una llana negación de la religiosidad y los mitos premodernos, sino que conserva toda esa carga teológica bajo una forma transformada. La significación de ese nivel de religiosidad oculta, pero operante en la configuración de la conciencia moderna, es sumamente ambigua: la modernidad tiene sus propios mitos, como el del progreso, que invisibiliza la catástrofe que es el capitalismo y sirve para legitimar una concepción de la historia favorable a la destrucción del ser humano y la naturaleza. Pero también persiste en ese espacio escondido y negado una débil fuerza mesiánica, que puede irrumpir en el presente y producir la transformación de lo real. En torno de esos tópicos es posible pensar interesantes puntos de encuentro entre las constelaciones formadas por la teología y el materialismo histórico, en W. Benjamin, y la teología y el pensamiento crítico, en F. Hinkelammert.