La educación como continuidad o como interrupción del mundo: para un pensamiento crítico de la inclusión

CARLOS SKLIAR

Montevideo

Encuentro; IV Encuentro Internacional de Psicología y Educación en el Siglo XXI; 2022

La idea de lo múltiple en educación tiene varios sentidos: en principio está allí para oponerse con contundencia a la idea de lo Uno, o al sí mismo, o en términos más filosóficos a la idea de mismidad, lo que se repite, lo que es auto-referencial, el propio mundo como todos los mundos, la propia vida como todas las vidas. Aquí puede verse ese parentesco tan evidente entre lo Uno y lo Único y lo Uniforme. Esa oposición se dirige a subrayar no tanto a lo otro como problema, sino como la cuestión que interroga al Uno cuando el Uno es interpretado o expuesto como lo correcto, lo normal, lo uniforme y, por añadidura, el centro de gravedad, el criterio insoslayable de toda inclusión. Creo que se hace necesaria una diferenciación entre la lógica jurídica de reconocimiento o de identificación del otro y el gesto de acompañar que aquí se parece a habilitar, a dar paso, a escuchar, a dejar pasar, a dar hospitalidad, a no impedir, y si se quiere a no juzgar sino a formar parte de una conversación que es, a mi modo de ver, una apreciación ética y estética (no moralizadora) sobre el mundo y sobre la vida.Lo múltiple, además, no puede significar solamente multiplicación del Uno, o pluralidad de lo mismo, sino que debe relacionarse con una cierta idea de multiplicidad: si por un lado en términos estrictos significa diversidad, variación, pluralidad, en términos filosóficos también puede significar la diferencia de lo otro en relación a la identidad de lo uno. Y ahondando un poco más puede resonar a las infinitas variaciones de lo humano entendidas como excepciones, el término latino “multiplicitas” de hecho parece significar para dar paso a las excepciones incontables, que no se pueden contar o, dicho de otro modo, que no tienen nombre, ni fijación de identidad.