INV SUPERIOR JUBILADO
PERDIGON Gabriela Del Valle
congresos y reuniones científicas
Título:
UTILIDAD DE LOS PROBIÓTICOS EN CÁNCER
Autor/es:
G. PERDIGÓN; A. DE MORENO DE LEBLANC
Reunión:
Workshop; IX Curso y IV Workshop Internacional de Inmunonutrición; 2010
Resumen:
Uno
Uno de los efectos atribuidos a los probióticos es la prevención de ciertos tumores, siendo el cáncer de
colon el más extensamente estudiado. En nuestra experiencia con animales de experimentación,
observamos el efecto beneficioso del yogur en la prevención de un cáncer de colon inducido
químicamente. El yogur inhibió la promoción y progresión del tumor (Fig. 1) debido a su efecto antiinflamatorio,
con aumento de la citoquina reguladora IL10 e induciendo apoptosis celular. Disminuyó
también la actividad de las enzimas nitoreductasa y b-glucuronidasa, señaladas como potenciales
mediadoras de la carcinogénesis colorrectal. El efecto se logró con una alimentación cíclica y
prolongada con yogur.
Se conoce que una bacteria o un producto fermentado que estimule el sistema inmune a nivel intestinal,
puede también, mediante el sistema común de mucosas, estimular la respuesta inmune en sitios distantes
de intestino como bronquios y glándulas mamarias. En nuestro laboratorio observamos que L. caseib-glucuronidasa, señaladas como potenciales
mediadoras de la carcinogénesis colorrectal. El efecto se logró con una alimentación cíclica y
prolongada con yogur.
Se conoce que una bacteria o un producto fermentado que estimule el sistema inmune a nivel intestinal,
puede también, mediante el sistema común de mucosas, estimular la respuesta inmune en sitios distantes
de intestino como bronquios y glándulas mamarias. En nuestro laboratorio observamos que L. caseiL. casei
CRL431 administrado oralmente a ratones, incrementó el número de células IgA+ no sólo en intestino
sino también en bronquios y glándulas mamarias. Se estudió también una leche fermentada comercial y
su efecto sobre BALT (tejido linfoide asociado a bronquios) después de su administración durante
tiempo prolongado, observándose que cuando no existe un estímulo local, la respuesta inmune muestra
pocas variaciones en ese sitio distante. Los resultados obtenidos en el modelo de tumor de colon,
despertaron nuestro interés por el cáncer de mama. Utilizando un modelo experimental de tumor de
mama hormono-dependiente en ratones, observamos que la administración oral de una leche fermentada
con L. helveticus R389, una bacteria con alta capacidad proteolítica, retardó o evitó el desarrollo del
tumor (Fig. 2). Este efecto estuvo relacionado con aumento de IL10 y disminución de IL6, TNF-alfa
(dos citoquinas relacionas con la síntesis de estrógenos) e INF-gamma, tanto a nivel local (en el tumor
y en las glándulas mamarias) como a nivel sanguíneo. Observamos también incremento de la apoptosis
celular en los ratones alimentados con la leche fermentada. Los efectos mencionados en glándulas
mamarias fueron observados sólo en la presencia de las células tumorales, no hubo modificaciones
significativas de las células inmunes en estas glándulas en condiciones normales. Este estudio permitió
no sólo ver el efecto de BL en otro tipo de tumor, sino que además demostró que BL y productos
fermentados que ingresan al organismo por vía oral pueden, mediante el sistema común de mucosas,
tener un efecto benéfico regulando la respuesta inmune no solamente en el intestino sino también en
sitios distantes como demostramos en el modelo de cáncer de mama.
Los estudios previos obtenidos con yogur y cáncer de colon nos llevaron a analizar el efecto de esta
leche fermentada en un modelo de enfermedad de Crohn (inflamación intestinal inducida con TNBS). El
yogur fue capaz de atenuar los síntomas en la inflamación aguda (Fig. 3) y evitó la recurrencia de dicha
enfermedad frente a un nuevo estímulo inflamatorio. Los mecanismos anti-inflamatorio inducidos por
yogur estuvieron asociados con una disminución de la citoquina inflamatoria IL17 y el incremento de la
citoquina regulatoria IL10. También observamos cambios en la microbiota intetsinal inducidos por la
administración de yogur con incremento en la población de bifidobacterias, cuyo papel benéfico es
indiscutible
Los estudios en los modelos experimentales empleados demuestran que el consumo prolongado de
yogur u otra leche fermentada, puede modular el Sistema Inmune Mucoso y mantener un estado de
vigilancia inmunológica lo que le permitiría al huésped afrontar diferentes patologías como cáncer,
inflamación intestinal y una mayor resistencia frente a infecciones.L. helveticus R389, una bacteria con alta capacidad proteolítica, retardó o evitó el desarrollo del
tumor (Fig. 2). Este efecto estuvo relacionado con aumento de IL10 y disminución de IL6, TNF-alfa
(dos citoquinas relacionas con la síntesis de estrógenos) e INF-gamma, tanto a nivel local (en el tumor
y en las glándulas mamarias) como a nivel sanguíneo. Observamos también incremento de la apoptosis
celular en los ratones alimentados con la leche fermentada. Los efectos mencionados en glándulas
mamarias fueron observados sólo en la presencia de las células tumorales, no hubo modificaciones
significativas de las células inmunes en estas glándulas en condiciones normales. Este estudio permitió
no sólo ver el efecto de BL en otro tipo de tumor, sino que además demostró que BL y productos
fermentados que ingresan al organismo por vía oral pueden, mediante el sistema común de mucosas,
tener un efecto benéfico regulando la respuesta inmune no solamente en el intestino sino también en
sitios distantes como demostramos en el modelo de cáncer de mama.
Los estudios previos obtenidos con yogur y cáncer de colon nos llevaron a analizar el efecto de esta
leche fermentada en un modelo de enfermedad de Crohn (inflamación intestinal inducida con TNBS). El
yogur fue capaz de atenuar los síntomas en la inflamación aguda (Fig. 3) y evitó la recurrencia de dicha
enfermedad frente a un nuevo estímulo inflamatorio. Los mecanismos anti-inflamatorio inducidos por
yogur estuvieron asociados con una disminución de la citoquina inflamatoria IL17 y el incremento de la
citoquina regulatoria IL10. También observamos cambios en la microbiota intetsinal inducidos por la
administración de yogur con incremento en la población de bifidobacterias, cuyo papel benéfico es
indiscutible
Los estudios en los modelos experimentales empleados demuestran que el consumo prolongado de
yogur u otra leche fermentada, puede modular el Sistema Inmune Mucoso y mantener un estado de
vigilancia inmunológica lo que le permitiría al huésped afrontar diferentes patologías como cáncer,
inflamación intestinal y una mayor resistencia frente a infecciones.
Uno de los efectos atribuidos a los probióticos es la prevención de ciertos tumores, siendo el cáncer de
colon el más extensamente estudiado. En nuestra experiencia con animales de experimentación,
observamos el efecto beneficioso del yogur en la prevención de un cáncer de colon inducido
químicamente. El yogur inhibió la promoción y progresión del tumor (Fig. 1) debido a su efecto antiinflamatorio,
con aumento de la citoquina reguladora IL10 e induciendo apoptosis celular. Disminuyó
también la actividad de las enzimas nitoreductasa y b-glucuronidasa, señaladas como potenciales
mediadoras de la carcinogénesis colorrectal. El efecto se logró con una alimentación cíclica y
prolongada con yogur.
Se conoce que una bacteria o un producto fermentado que estimule el sistema inmune a nivel intestinal,
puede también, mediante el sistema común de mucosas, estimular la respuesta inmune en sitios distantes
de intestino como bronquios y glándulas mamarias. En nuestro laboratorio observamos que L. casei
mediadoras de la carcinogénesis colorrectal. El efecto se logró con una alimentación cíclica y
prolongada con yogur.
Se conoce que una bacteria o un producto fermentado que estimule el sistema inmune a nivel intestinal,
puede también, mediante el sistema común de mucosas, estimular la respuesta inmune en sitios distantes
de intestino como bronquios y glándulas mamarias. En nuestro laboratorio observamos que L. casei
CRL431 administrado oralmente a ratones, incrementó el número de células IgA+ no sólo en intestino
sino también en bronquios y glándulas mamarias. Se estudió también una leche fermentada comercial y
su efecto sobre BALT (tejido linfoide asociado a bronquios) después de su administración durante
tiempo prolongado, observándose que cuando no existe un estímulo local, la respuesta inmune muestra
pocas variaciones en ese sitio distante. Los resultados obtenidos en el modelo de tumor de colon,
despertaron nuestro interés por el cáncer de mama. Utilizando un modelo experimental de tumor de
mama hormono-dependiente en ratones, observamos que la administración oral de una leche fermentada
con L. helveticus R389, una bacteria con alta capacidad proteolítica, retardó o evitó el desarrollo del
tumor (Fig. 2). Este efecto estuvo relacionado con aumento de IL10 y disminución de IL6, TNF-alfa
(dos citoquinas relacionas con la síntesis de estrógenos) e INF-gamma, tanto a nivel local (en el tumor
y en las glándulas mamarias) como a nivel sanguíneo. Observamos también incremento de la apoptosis
celular en los ratones alimentados con la leche fermentada. Los efectos mencionados en glándulas
mamarias fueron observados sólo en la presencia de las células tumorales, no hubo modificaciones
significativas de las células inmunes en estas glándulas en condiciones normales. Este estudio permitió
no sólo ver el efecto de BL en otro tipo de tumor, sino que además demostró que BL y productos
fermentados que ingresan al organismo por vía oral pueden, mediante el sistema común de mucosas,
tener un efecto benéfico regulando la respuesta inmune no solamente en el intestino sino también en
sitios distantes como demostramos en el modelo de cáncer de mama.
Los estudios previos obtenidos con yogur y cáncer de colon nos llevaron a analizar el efecto de esta
leche fermentada en un modelo de enfermedad de Crohn (inflamación intestinal inducida con TNBS). El
yogur fue capaz de atenuar los síntomas en la inflamación aguda (Fig. 3) y evitó la recurrencia de dicha
enfermedad frente a un nuevo estímulo inflamatorio. Los mecanismos anti-inflamatorio inducidos por
yogur estuvieron asociados con una disminución de la citoquina inflamatoria IL17 y el incremento de la
citoquina regulatoria IL10. También observamos cambios en la microbiota intetsinal inducidos por la
administración de yogur con incremento en la población de bifidobacterias, cuyo papel benéfico es
indiscutible
Los estudios en los modelos experimentales empleados demuestran que el consumo prolongado de
yogur u otra leche fermentada, puede modular el Sistema Inmune Mucoso y mantener un estado de
vigilancia inmunológica lo que le permitiría al huésped afrontar diferentes patologías como cáncer,
inflamación intestinal y una mayor resistencia frente a infecciones.L. helveticus R389, una bacteria con alta capacidad proteolítica, retardó o evitó el desarrollo del
tumor (Fig. 2). Este efecto estuvo relacionado con aumento de IL10 y disminución de IL6, TNF-alfa
(dos citoquinas relacionas con la síntesis de estrógenos) e INF-gamma, tanto a nivel local (en el tumor
y en las glándulas mamarias) como a nivel sanguíneo. Observamos también incremento de la apoptosis
celular en los ratones alimentados con la leche fermentada. Los efectos mencionados en glándulas
mamarias fueron observados sólo en la presencia de las células tumorales, no hubo modificaciones
significativas de las células inmunes en estas glándulas en condiciones normales. Este estudio permitió
no sólo ver el efecto de BL en otro tipo de tumor, sino que además demostró que BL y productos
fermentados que ingresan al organismo por vía oral pueden, mediante el sistema común de mucosas,
tener un efecto benéfico regulando la respuesta inmune no solamente en el intestino sino también en
sitios distantes como demostramos en el modelo de cáncer de mama.
Los estudios previos obtenidos con yogur y cáncer de colon nos llevaron a analizar el efecto de esta
leche fermentada en un modelo de enfermedad de Crohn (inflamación intestinal inducida con TNBS). El
yogur fue capaz de atenuar los síntomas en la inflamación aguda (Fig. 3) y evitó la recurrencia de dicha
enfermedad frente a un nuevo estímulo inflamatorio. Los mecanismos anti-inflamatorio inducidos por
yogur estuvieron asociados con una disminución de la citoquina inflamatoria IL17 y el incremento de la
citoquina regulatoria IL10. También observamos cambios en la microbiota intetsinal inducidos por la
administración de yogur con incremento en la población de bifidobacterias, cuyo papel benéfico es
indiscutible
Los estudios en los modelos experimentales empleados demuestran que el consumo prolongado de
yogur u otra leche fermentada, puede modular el Sistema Inmune Mucoso y mantener un estado de
vigilancia inmunológica lo que le permitiría al huésped afrontar diferentes patologías como cáncer,
inflamación intestinal y una mayor resistencia frente a infecciones.