La implementación del Protocolo de Nagoya y su impacto en la Conservación y uso sustentable de la diversidad fúngica

C. C. CARMARAN

Simposio; X Congreso latinoamericano de Micología; 2020

Asociacion Latinoamericana de Micología

El Convenio de Diversidad Biológica se establece en 1992 durante la Cumbre de Rio llevada adelante el Brasil. Sus objetivos son la conservación de la diversidad biológica, la utilización sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos. Al día de hoy el convenio a sido ratificado por 195 países, incorporando así en sus respectivos marcos legislativos las decisiones acordadas en el marco del CDB. El Protocolo de Nagoya surge debido a la complejidad de los acuerdos necesarios para la implementación del tercer objetivo del CBD, entrando en vigor el 12 de octubre de 2014, 90 días después de ser ratificado por 50 partes. Entre los compromisos más importantes incluidos en el protocolo se encuentra la implementación de Certificado de cumplimiento reconocido internacionalmente (IRRC) para mediar el intercambio de recursos genéticos entre los estados soberanos. Dentro de Latinoamérica y el Caribe todos los países integrantes (42) son parte del CBD, sin embargo, hasta el día de hoy sólo 15 de ellos han ratificado el Protocolo de Nagoya. Este hecho crea una importante heterogeneidad en marcos legislativos de la región, incluyendo en esta heterogeneidad la definición de ?recursos genéticos?. El objetivo de esta presentación es analizar el impacto de esta heterogeneidad en la conservación fúngica, con especial hincapié en las colecciones biológicas, el intercambio de cepas y la conservación ex situ que estas promueven