INBA   12521
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN BIOCIENCIAS AGRICOLAS Y AMBIENTALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Los problemas de la salinización de suelos en la Pampa húmeda y su manejo: diferenciación y aptitud de uso de los suelos salino-sódicos
Autor/es:
TABOADA M. A.; LAVADO, R. S.
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Congreso; Primer Congreso de la Red Argentina de Salinidad; 2009
Institución organizadora:
Red Argentina de Salinidad, INTA y Universidad Católica de Córdoba
Resumen:
La Argentina tiene una  gran superficie cubierta por suelos salino-sódicos en zonas húmedas. El origen principal de las sales y el sodio intercambiable en estos suelos es el agua subterránea. Esta puede influenciar directamente, o por medio del ascenso capilar de sales hacia la superficie del suelo. Existe diferente funcionamiento hidrológico – y como resultado diferente origen del agua de encharcamiento- según el suelo sódico posea o no horizonte B nátrico poco permeable en profundidad. Aquellos suelos con horizonte B nátrico poco permeable desarrollan en épocas de excesos de agua una napa colgante sobre ese horizonte. Esa agua no es salina, sino de lluvia y no causa salinización. En aquellos suelos sin horizonte B nátrico el agua subterránea se mueve en todo el perfil, y los procesos de salinización superficial se relacionan con una “profundidad crítica” de la capa freática. La calidad y aptitud de uso de estos suelos está dada principalmente por el desarrollo y propiedades (pH, porcentaje de materia orgánica) del horizonte A y la profundidad a la cual se encuentra el horizonte B nátrico. Suelos de diferente capacidad de uso, como los Natracuoles, los Natracualfes y los Argialboles adoptan un patrón de distribución en parches (“overo”) en los ambientes de campos bajos. Existen suelos que poseen un horizonte A de escaso desarrollo (< 10 cm), pero de elevada fertilidad. Este horizonte debe ser preservado, evitando su laboreo y mezcla con capas subyacentes de peor calidad. Es importante mantener el suelo cubierto por vegetación, para evitar la llegada de las sales a la superficie del suelo. Existen tecnologías de rehabilitación posibles para  estos suelos salino-sódicos. Sin embargo, previo a su implementación es importante considerar la influencia del agua subterránea como fuente de sales y sodio para la superficie de los suelos. De las tecnologías disponibles, existen algunas ya probadas como el enyesado, y otras merecedoras de experimentación local como los abonos orgánicos y la mejora biológica a través de  siembra de especies adaptadas. La sistematización agrohidrológica debería ser considerada para manejar los excesos de agua superficial de los campos. La siembra directa es una herramienta que puede ser útil para reducir la salinización superficial.