INTEMA   05428
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN CIENCIA Y TECNOLOGIA DE MATERIALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
SUPERFICIES DE MATERIAL COMPUESTO EPOXI/HALLOYSITE EN CONDICIONES SIMULADAS DE SERVICIO
Autor/es:
FLORENCIA BERBERI; MARCELA ELISABETH PENOFF; MANUEL SÁNCHEZ; PABLO MONTEMARTINI
Reunión:
Congreso; Simposio Argentino de Polímeros; 2017
Resumen:
Mediante el control de la topografía y la química superficial, en las últimas décadas se han logrado producir exitosamente superficies con ángulos de contacto con agua y aceites, superiores a los 150°, logrando obtener las llamadas superficies superhigrofóbicas. No obstante, aún cuando posean propiedades antimojado muy atractivas, su uso práctico en las condiciones de la vida real se encuentra seriamente limitado debido a problemas de durabilidad.[1] Por ejemplo, la abrasión mecánica daña la microtopografía, el ataque químico puede alterar la nanoestructura y la contaminación superficial obstruye físicamente las propiedades del material subyacente. Una posible estrategia para generar superficies que mantengan sus propiedades cuando se enfrentan a las condiciones de servicio, como puede ser el flujo de líquidos que acarrean partículas abrasivas, es el diseño de un material con buena resistencia mecánica, para conferir esta propiedad a la superficie, la cual requiere tolerar el impacto de las partículas abrasivas, y a su vez una micro y nanotopografía que ?reaparezca? cuando la capa superficial del material es eliminada por los procesos erosivos. Con este objetivo, se diseñó un material compuesto de base epoxi, con refuerzos de tipo nanotubos de Halloysite (una nanoarcilla en forma de cilindro hueco), cuya superficie a su vez se modificó químicamente. La buena dispersión de estos nanotubos, los expone en la superficie. Cuando el material compuesto se enfrenta a flujos erosivos, la capa de matriz polimérica expuesta a las partículas abrasivas se daña, se desprende y los nanotubos, más resistentes, quedan expuestos en superficie. Los compuestos químicos en su superficie, cuando son de baja energía superficial, repelen a las moléculas de agua y aceites, evitando contaminaciones. Si la erosión es severa y desprende los nanotubos de la superficie, el material subyacente, que posee la misma micro y nanoestructura, restablece las propiedades originales.