Isoprenil 1,2,3-triazoles con actividad antimalárica

FARGNOLI, L.; GHIANO, D. G.; TEKWANI, B. L.; LABADIE, G. R.

Mar del Plata

Congreso; XXIX Congreso Argentino de Química; 2012

Asociación Química Argentina

Las enfermedades parasitarias constituyen las patologías infecciosas que más impacto producen en la humanidad. De las once enfermedades prioritarias en la lista del TDR (Programa Especial para la Investigación y el Entrenamiento en Enfermedades Tropicales Desatendidas) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), siete son parasitarias. Además de éstas, más de 400 especies parásitas adicionales infectan también al hombre, con prevalencias e intensidades estremecedoras. Las mismas se encuentran diseminadas por los cinco continentes en un área que alberga a una de cada dos personas que habitan en el planeta, afectando directamente a mil millones de ellas (15% de la población mundial). Dentro de las enfermedades parasitarias que son causadas por parásitos protozoarios se destacan por su impacto la malaria, la leishmaniasis y las tripanosomiasis tanto en su variante americana, como africana. En conjunto son las responsables de millones de muertes cada año. La Malaria, también denominada paludismo, es una enfermedad parasitaria que se extiende por África, América central y América latina, Europa del este y el sur de Asia. Esta enfermedad es causada por parásitos protozoarios del género Plasmodium, que se transmite por la picadura de las hembras de mosquitos del género Anopheles. Se conocen cuatro especies de Plasmodium que parasitan al hombre: Plasmodium vivax, Plasmodium malariae, Plasmodium ovale y Plasmodium falciparum, siendo esta última la especie más patógenica. La malaria representa un gran problema de salud pública ya que afecta a más de 100 países, habitados por 2.400 millones de habitantes, con 500 millones de nuevos casos anualmente, siendo fatal en más de un millón y medio los mismos, en su mayoría niños menores de 5 años. Dentro de nuestro programa de desarrollo de drogas contra enfermedades desatendidas, hemos explorado la utilización de la química -Click- para preparar nuevas estructuras con potencial actividad biológica. Entre los compuestos preparados encontramos que los derivados que poseen cadenas isoprénicas como sustituyentes del anillo 1,2,3-triazólico poseían una alta tendencia a ser activos contra parásitos. Recientemente otros autores han encontrado que compuestos similares poseen actividad antimicrobiana evitando la formación de biofilms, lo que ha validado estas estructuras como un -scaffold- interesante para el desarrollo de nuevos compuestos bioactivos. Como continuación se esos progresos, en esta oportunidad se presentará la preparación y el estudio de actividad antimalárica de nuevos derivados isoprénicos de 1,2,3-triazoles.