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Un trabajo práctico abierto (TPA) es aquel en donde el estudiante selecciona los métodos para resolver problemas y encontrar respuestas de manera abierta, siendo el profesor quien les da soporte a esas funciones. Difiere de los trabajos prácticos tradicionales, donde se sigue una guía que no permite cambio, centrados en la confección de un informe. El enfoque de los TPA promueve el pensamiento crítico, habilidades para la comunicación efectiva y la habilidad de enfrentar problemas desconocidos y/o resolver problemas de final abierto [1].Se aplicó una propuesta de TPA en el dictado de la asignatura Química Analítica II de las carreras de Bioquímica y Licenciatura en Biotecnología de la FBCB/UNL durante el ciclo lectivo 2015. El TPA englobó los temas dictados durante el cursado (estudio de la linealidad de una curva de calibrado, espectrofotometría de emisión atómica, cuantificación de muestras incógnitas, cifras de mérito para la comparación de métodos, entre otras). La propuesta consistió en la presentación de muestras artificiales que contenían Li de concentración desconocida, disponiendo para su cuantificación el material de laboratorio necesario y los instrumentos Fotómetro de Llama y Espectrofotómetro de Absorción Atómica. Los estudiantes debían diseñar un protocolo para llevar a cabo la cuantificación y su correspondiente ejecución, justificando cada paso con las cifras de mérito correspondiente.En la ejecución del TPA pudimos observar una motivación diferente, que promovió la discusión activa, la toma de decisiones con criterio analítico y la puesta en práctica de un protocolo autogestionado para la cuantificación de muestras incógnitas por parte de los estudiantes. Esta experiencia llevó al replanteo de la modificación integral de los trabajos prácticos de la materia para el ciclo lectivo 2016.Referencias[1] De Jong, O. (2011). Educación en la química, 17, 3-14.