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La germinación y la fase post-germinativa son críticas en la vida de una planta, cualquier disturbio de las condiciones ambientales óptimas o la presencia de tóxicos ocasionan un desequilibrio del sistema que puede limitar el crecimiento o afectar la supervivencia y/o la productividad de las plantas. La hipótesis de trabajo se basa en que la generación de especies reactivas producidas por diferentes tipos de estrés abiótico son intermediarias de la reducción del crecimiento observada en las plantas. Como parte del estudio, se desarrolló un sistema de crecimiento en medio líquido colocando 15 semillas de trigo (Tritucum aestivum L.) en frascos con 30 ml de agua destilada (control) o el correspondiente tratamiento (1 y 10 µM de CdCl2, 0,5 µM paraquat (PQ, generador de O2-) o 1 mM H2O2, en oscuridad a 24 ºC durante 48 horas. Mientras que la germinación no se vió afectada por los tratamientos, el crecimiento (medido como largo total de la raíz primaria) se redujo (28 y 55% para 1 y 10 µM Cd2+, 54% PQ y 10% H2O2). Los cortes histológicos mostraron cambios en la expansión y proliferación celular. Se incrementó la oxidación de proteínas y si bien aumentó la permeabilidad de la membrana con Cd y H2O2, no se observó muerte celular por tinción con Azul de Evans en ningún tratamiento. La actividad de la catalasa se incrementó significativamente con los tratamientos. El conocimiento generado durante este tipo de estudios puede transferirse hacia el desarrollo de variedades transgénicas, tolerantes o resistentes a distintos tipos de estrés ambiental.