CONICET | Buscador de Institutos y Recursos Humanos

La paleobiología reconstruye la historia de vida de taxones extintos. Dado que la fuente de evidencia más usual en paleontología de vertebrados es la morfología, este tipo de estudio implica asumir una relación inferencial y causal entre forma y función, de manera que esta última puede inferirse a partir de la primera (principio de correlación forma-función). En la integración paleobiológica se modeliza la función (lo que un rasgo o feature puede hacer), y se infieren las facultades (las capacidades que una función o funciones habilitan). Así, se puede reconstruir el desempeño (performance) e hipotetizar sobre el uso de los recursos, combinando diferentes herramientas metodológicas (morfología funcional, biomecánica y física de materiales, ecomorfología y estadística, métodos comparativos). En la generación de estas hipótesis biológicas se pondera y discute el aporte de la biología de vertebrados actuales como modelo explicativo, en una relación de retroalimentación mutua con la paleobiología. Un protocolo paleobiológico básico aplicado con éxito por nuestro grupo de trabajo identifica tres atributos biológicos esenciales para caracterizar paleoautoecológicamente cada taxón de una paleocomunidad: tamaño corporal, preferencia y uso del sustrato (postura y locomoción) y alimentación (dieta, fisiología digestiva y metabolismo). Esta caracterización se combina con información ambiental generada por otros enfoques y disciplinas (análisis isotópicos, paleobotánica, icnología, etc.) para hipotetizar el nicho ecológico y finalmente integrarse en una reconstrucción paleosinecológica. El aporte de otras aproximaciones metodológicas (paleoneurología y reconstrucción de los órganos de los sentidos, paleohistología, etc.) permitirá refinar estas hipótesis en los distintos niveles de la integración paleobiológica.