MACNBR   00242
MUSEO ARGENTINO DE CIENCIAS NATURALES "BERNARDINO RIVADAVIA"
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Basaltos del valle Gallegos Chico, naturaleza, edad y significado, provincia de Santa Cruz, patagonia austral.
Autor/es:
CORBELLA, H., ERCOLANO, B., TIBERI, P., CORONATO, A., MARDERWALD, G.
Lugar:
Cordoba
Reunión:
Congreso; XIX Congreso Geologico Argentino; 2014
Institución organizadora:
Asociacion geologica Argentina - XIX Congreso Geologico Argentino
Resumen:
El valle río Gallegos atraviesa el extremo sur del continente donde importantes eventos tectónicos, glaciarios y volcánicos han ocurrido desde el Mioceno medio al presente. Depósitos pertenecientes a amplios arcos morénicos y planicies glacifluviales se intercalan con las manifestaciones volcánicas monogenéticas del CVPA. Durante el Pleistoceno medio la evolución del valle estuvo regulada por los avances y retrocesos de glaciares originados en el manto de hielo de los Andes Patagónicos Australes hacia el ámbito extraandino (70º37? O). El agua de fusión glacial se evacuó, en parte, a lo largo del curso medio e inferior, desarrollándose un sistema de terrazas que modificó la morfología del valle preexistente. Del valle pre-glacial se conservan pedimentos de flanco, ocasionalmente preservados debajo de una cobertura basáltica, o niveles aterrazados que ocupan posiciones topográficas más elevadas que el sistema fluvial actual (Corbella y Ercolano, 2002). El nivel de terrazas superior de este sistema se reconoce inmediatamente aguas abajo de la localidad de Bella Vista, ubicada en el tramo medio del valle (Figura 1), zona hasta donde se extendió el arco frontal externo de la glaciación homónima, también conocida como "Gran Glaciación Patagónica" (GGP, Mercer 1976). Este arco suprayace a una colada de lava datada en 1.168 Ma (Thon-That et al., 1999). En la confluencia de los ríos Gallegos y Gallegos Chico, este primer nivel de terrazas se alza a una cota de 110 m y está coronado por una colada de basaltos que procede del sur. El afloramiento puede seguirse ~7 km aguas arriba por la margen oriental del valle del río Gallegos Chico, lugar en donde las volcanitas quedan cubiertas por sedimentos fluviales. Se admite como probable centro emisor de estas lavas al degradado cono de escorias Cerro Alan, ubicado sobre la escarpa occidental del mismo valle (Figura 1). La colada, luego de alcanzar el río Gallegos progresó por el valle hacia el este y se interrumpió poco antes de la desembocadura del arroyo Robles o Carlota (Figura 1). Dada las formas suavemente onduladas de la superficie superior del manto basáltico y la ausencia de quiebres internos se trata de coladas pahoehoe. Un afloramiento artificial producto de recientes trabajos viales en la zona de la confluencia permite observar el contacto de los basaltos con los sedimentos infrayacentes. Los basaltos forman aquí una escarpa de 6 a 10 metros de altura caracterizada por un llamativo diaclasamiento. Los planos de partición presentan superficies de textura muy lisa y geometría marcadamente concoide de radio métrico, morfología raramente observada en las lavas del CVPA. En la base del manto se observan espiráculos de varios metros de altura, conductos informes con paredes de texturas corrugadas, producto probable de explosiones de vapor proveniente de una superficie húmeda subyacente. Las lavas cubren depósitos gravosos subhorizontales clasto-sostén escasamente litificados de unos 5 m de espesor que localmente exhiben estratificación entrecruzada diagonal. Estos depósitos que indican procesos de sedimentación glacifluvial asociados a cursos de agua entrelazados, pertenecen al nivel superior del sistema de terrazas del valle del Río Gallegos. Por debajo de ellos, se dispone una sucesión de estratos de grava y bloques inmersos en matriz arenosa con intercalaciones lentiformes decimétricas de arenas medianas a gruesas, bien seleccionados. El conjunto de unos 10 m de potencia inclina 10º a 15º al este y apoya sobre la Fm. Santa Cruz del Mioceno. Las características del depósito y su posición estratigráfica sugieren su asociación con un flujo hídrico de magnitud, probablemente un abanico proglacial proyectado desde el arco morénico aledaño. En un afloramiento de aproximadamente 100 m de largo centrado en las coordenadas 51°52'04" S/70°34'22" O se observan quiebres y contorsiones tanto en las lavas como en los sedimentos fluviales infrayacentes. Dentro de estos últimos son notables los clastos basálticos de formas globulares de escasos decímetros a un metro. Poseen elevado contenido de vidrio en la pasta, formas irregulares a ameboides y superficies muy irregulares, con protuberancias y depresiones que evocan -a escala centimétrica- la textura externa de coliflor. Esas superficies están tapizadas por una película de color anaranjada, producto de la palagonización de los vidrios de la mesostasis expuestos a la acción de fluidos acuosos. Dado que en este caso la palagonita se restringe solo a la zona de contacto, la palagonización de los vidrios basálticos no parece deberse a un prolongado fenómeno diagenético sino a la reacción generada por el vapor resultante del derrame de lavas a elevada temperatura sobre sedimentos presumiblemente húmedos. Por estas características, los clastos globulares o fluidales de este afloramiento son asignables a las peperitas de tipo globular, atribuibles a la formación y mantenimiento de una película de vapor de agua en la interfase magma-sedimentos saturados en agua, capaz de prevenir la fragmentación por enfriamiento súbito. La existencia de peperitas constituyen aquí un argumento interesante acerca de la coexistencia temporal de las efusiones lávicas del valle del río Gallegos Chico con los procesos activos de sedimentación que en él se desarrollaban. Una muestra fresca de los basaltos de esta localidad fue fechada por el método 40Ar/39Ar sobre roca total por la técnica de calentamiento incremental en 0,89 ± 0,03 Ma (#12C1498-Universidad de Oregon, USA). Esta datación es consistente con la edad de 0,86 Ma obtenida por Mejia et al. (2004) en la parte distal de la colada, confirmando que se trata del mismo derrame lávico. El desarrollo de peperitas globulares, los fenómenos de palagonización y la deformación de los sedimentos infrayecentes a la colada sugieren que en el momento de los derrames, los sedimentos sobre los cuales fluían las lavas se encontraban escasamente consolidados y presumiblemente húmedos. Esto señalaría la contemporaneidad del depósito sedimentario con la edad de las volcanitas aquí datadas y le otorga una edad mínima para la formación del primer nivel de terrazas del sistema fluvial del río Gallegos en 0,89 Ma (EIO18 22). Según surge por correlación regional, las morenas de la GGP se habrían depositado entre 1,168 Ma (valle del río Gallegos) y 1,05 Ma (valle del lago Buenos Aires), entre los EIOs18 34-30 (Ton- That et al., 1999). En consecuencia 0,89 Ma es una edad límite para el final de la GGP en el valle del Río Gallegos.