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Los estudios realizados en este proyecto demuestran la eficacia de la vegetación implantada para la estabilización de los contaminantes. La vegetación estudiada demostró ser buena acumuladora en la raíz y muestra un bajo transporte de contaminantes a la parte aérea. Por ello, es fundamental mantener la vegetación ribereña, evitando que los contaminantes migren al agua. Hay que impedir el corte innecesario de vegetación, tal como se está realizando en ambas orillas siguiendo el criterio de limpieza sostenido en el fallo judicial de la causa Mendoza3. Los resultados de este proyecto fortalecen la idea de que se debería redefinir el alcance del término limpieza y parquización de las riberas que no debería involucrar el corte superfluo de vegetación, en especial aquella fitorremediadora, e incluir la revegetación con especies nativas tolerantes y con capacidad de estabilizar los contaminantes.Participar en el proyecto permitió el desarrollo de actividades complementarias y la integración de los sectores político y académico con la comunidad a través de actividades como charlas, exposiciones y la divulgación en distintos medios de comunicación de la acción realizada. Se presentaron 8 trabajos en reuniones científicas nacionales e internacionales. Se publicaron 2 trabajos científicos. El proyecto tuvo un importante repercusión en los medios de comunicación (prensa escrita y web) produciendo 48 publicaciones y 10 entrevistas en radio y televisión.Además, propició la vinculación con el personal encargado del mantenimiento de la ribera, a través de charlas y la acción conjunta en la intervención. La intervención propuso una solución económica, eficiente y viable para restaurar hábitats, recuperando la biodiversidad, mejorando la calidad ambiental, convirtiéndose en un importante mecanismo de rehabilitación socioambiental.