INVESTIGADORES
TOMASINI Marina Edith
congresos y reuniones científicas
Título:
Jovenes en la escuela: hacer género en las peleas
Autor/es:
TOMASINI, MARINA
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Otro; IV Coloquio Interdisciplinario Internacional: Educación, Sexualidades y Relaciones de Género; 2011
Institución organizadora:
Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires
Resumen:
Mi proyecto de investigación aborda la operatoria del eje sexo/género en las prácticas de sociabilidad juvenil en la escuela media y se propone analizar su relación con la emergencia de distintas formas de violencia entre compañeros/as. El estudio es cualitativo y se centra en primer año de colegios secundarios ya que el cambio de nivel educativo es una instancia productiva para observar transformaciones en el proceso de subjetivación y socialización juvenil en un contexto institucional específico. Para este trabajo tomo como analizador las peleas en el ámbito escolar y asumo como hipótesis que en torno a las mismas los/as jóvenes hacen género, esto es, reafirman dominios de masculinidad y feminidad así como de heterosexualidad. De modo característico las peleas entre varones se movilizan en torno a la defensa del honor de las mujeres de la familia (cuando “se meten con la madre o la hermana”) o disputan la propiedad de alguna joven (“pelear por minas”); también en las peleas miden fuerza (“banca”, “aguante”) o son vistas como un modo de resolver un conflicto (“sacarse la bronca”). En mi estudio los alumnos de primer año no se asumen como protagonistas en la búsqueda de pelea, no obstante lo cual una vez que el reto está lazando por otro parece muy alto el costo de rehusarse. La perspectiva de escapar o huir los pone en riesgo de ser degradados. Mientras que en las peleas entre chicas es característico que se dispute el reconocimiento en un espacio de feminidad. En los relatos insiste la idea de buscarle pelea a aquella que “se hace la linda” o “la chora”, esto es, aquella que pretende “robarse” las miradas mediante la exacerbación de su cuerpo como locus de seducción y más aún si se percibe que además “rebaja” con su actitud corporal a otras jóvenes. También afirman que pelean por “varones”. De este modo, dirimen cuestiones de masculinidades y feminidades y además en torno a las peleas y los relatos sobre las mismas afirman un dominio de heterosexualidad: los chicos pelean por “minas” y las chicas pelean por “varones”. Propongo articular los análisis precedentes y la teoría de la performatividad de Judith Butler junto con los más recientes planteos de la autora en torno al reconocimiento. A partir de ambas propuestas entiendo al género como norma que nos esforzamos por encarnar continuamente - en las perfomances en tanto reactuación de significados sociales- en escenas donde somos interpelados por la mirada de otros, cuando estamos expuestos de manera corporal. Entonces, hacer género dentro de marcos coactivos, regulado por normas impersonales, se juega en relaciones cercanas que nos interpelan acerca de quiénes somos y cómo debemos relacionarnos con el otro.