INCIHUSA   20883
INSTITUTO DE CIENCIAS HUMANAS, SOCIALES Y AMBIENTALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Representación del espacio en los primeros planos reales y en las crónicas de la ciudad de Mendoza en el siglo XVIII.
Autor/es:
PONTE, JORGE RICARDO.
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Simposio; 1º Seminario Internacional Historia, Ciudad y Arquitectura en América en el Siglo XVIII.; 2007
Institución organizadora:
Universidad Torcuato Di Tella
Resumen:
La ciudad de Mendoza perteneció, a través de la Capitanía General de Chile al Virreinato del Perú, desde su fundación en 1561 hasta 1776, fecha en que se creó el Virreinato del Río de la Plata, el cual pasó a integrar. Sin embargo, en varios otros aspectos (sociales, culturales, educativos, administración religiosa, etc.) siguió dependiendo de Chile o relacionada con este país, amén de la tradicional vinculación cultural y política que abrió la lucha por la independencia americana. La vida, los usos y costumbres de la Mendoza de los siglos XVI, XVII y XVIII tienen todas las características de las ciudades chilenas de la época y Santiago de Chile constituía el modelo al cual se pretendía imitar. A partir de mediados del siglo XVIII comienzan a aparecer los primeros planos reales de la ciudad y alrededores. Los mismos están siempre originados en litigios por derechos de riego o de propiedad de tierras o parcelas. En efecto, la presencia e importancia de los cursos de agua en la ciudad fundacional fue fundamental y también un factor determinante en la dirección de la primera expansión urbana, según se advierte en el primer plano real que se conoce de la ciudad (1754). Los cronistas y viajeros extranjeros de los siglos XVI al XVIII, tienden a describir el carácter eminentemente rural de Mendoza. La incipiente actividad agrícola, fundamentalmente forrajera, cerealera y vitícola, se consolidó aprovechando para ello la tradición aborigen. Aquella cultura agrícola, que ya estaba localizada en el sitio donde luego se fundó la ciudad, había establecido un sistema de provisión de agua potable y de regadío artificial mediante canales y acequias. Calamidades naturales tales como inundaciones, aluviones o "avenidas de agua" (como se las denominaba entonces) asolaron desde sus inicios a la ciudad, condicionando incluso la dirección y características de su evolución urbana interna y la primitiva evolución del parcelamiento catastral. La administración progresista que se inició con los Borbones en España, se tradujo en esta lejana Mendoza, en la adopción de prácticas disposiciones de organización territorial tales como la aparición de cuarteles o barrios de cuya existencia no había una versión gráfico-espacial. La necesidad de expresar en un plano, hacia 1761, la sistematización del riego a efectos de hacer un buen uso de canales y acequias, nos brinda la posibilidad de advertir la organización dieciochesca del sistema de riego artificial derivado del Río Mendoza. Hacia poco más de la mitad del siglo XVIII, aparece un segundo plano de la ciudad real. Este documento de 1764 permite verificar la hipótesis sobre la traza fundacional efectiva, a la vez que permite dar inicio al seguimiento de la localización del equipamiento público y de otros elementos iconográficos. En 1793 aparece la primera imagen de la Plaza Mayor de Mendoza y de los principales edificios públicos circundantes. Pero, lo que a primera vista parece una representación naif es, en realidad, fruto de un complejo sistema de representación mental y gráfico que expresa, con originalidad, la racionalidad dieciochesca en esta porción del mundo.