INCIHUSA   20883
INSTITUTO DE CIENCIAS HUMANAS, SOCIALES Y AMBIENTALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Perspectivas feministas desde América latina: habitar/migrar/tomar la palabra desde el sur
Autor/es:
CIRIZA, ALEJANDRA
Lugar:
San Juan
Reunión:
Congreso; Segundo Congreso Internacional Extraordinario de Filosofía; 2007
Resumen:
Perspectivas feministas desde América latina: habitar/migrar/tomar la palabra desde el sur Alejandra Ciriza Alejandra Ciriza Este trabajo busca establecer algunos de los puntos de acuerdo y tensión entre los feminismos desde una perspectiva que considera decisivo el carácter encarnado y situado de la mirada, una mirada que incluye las marcas que el cuerpo, la clase y también la ubicación  geográfica y cultural imprimen sobre la teoría y las prácticas feministas. Los  feminismos son y han sido históricamente  posiciones teóricas y políticas internacionales. A la vez que la historia de movimientos internacionalistas, como el socialismo y el anarquismo, y con ellos  diversas versiones del feminismo cruzan las fronteras, a la vez que es posible advertir que las “olas” (primera, segunda, tercera) son movimientos transfronterizos,  es indudable que tales movimientos, tales “olas”, han tenido rasgos específicos en función de la localización geográfica. Historiadoras y teóricas  han señalado  momentos en los cuales ha habido, a nivel internacional, objetivos universalmente compartidos: el derecho a la educación, al sufragio, al propio cuerpo, fases de mujeres excepcionales, momentos en los cuales se ha apelado a la  hermandad universal entre las mujeres, inflexiones de percepción de las diferencias entre nosotras. El feminismo es y ha sido un proyecto teórico y político universal, en cuanto ligado a una utopía emancipatoria que procura interpelar a la mitad de la humanidad   y específico, esto es, ligado a las  singularidades de clase, cultura, lengua, ubicación geográfica, raza. Singularidad /universalidad/ particularidad son  pues asuntos decisivos en lo referido a  la determinación de la especificidad de los feminismos Las líneas de tensión entre lo universal y lo singular, entre lo universal y lo específico  se hacen hoy particularmente agudas. ¿De qué clase de universalismo/ universalidad se trata cuando se habita y se teoriza desde el sur? Los universalismos, se sabe, han portado y portan marcas etnocéntricas, como lo ha señalado Chandra Talpade Mohanty. Si el mundo ha devenido global, y sensible a las diferencias, los efectos sobre las vidas de los sujetos (en el caso que nos ocupa, de las mujeres y las llamadas mujeres) son profundamente (tal vez más que nunca) desiguales. Si las fronteras se han fragilizado para las mercancías, se han endurecido para las personas, sobre todo para aquellas que migran de sur a norte, mientras las teorías y conceptualizaciones continúan siguiendo el rumbo que han seguido durante siglos asegurando la primacía del  punto de vista  llamado occidental. De allí que la pregunta por los feminismos y su singularidad suponga en algún punto la necesidad de una reflexión conceptual  acerca de la relación entre lo universal y lo situado, acerca de la significación de las migraciones y las traducciones como prácticas que producen efectos sobre las teorías y las posiciones de los sujetos en el espacio y político.    Esta reflexión toma en cuenta como hitos decisivo para las feministas latinoamericanas el marcado por  la década  de la mujer y por Pekín, considerados como   inflexiones que  inauguran un nuevo ciclo internacional en lo referido a los derechos de las mujeres, y a la tensión entre los procesos de transnacionalización y las marcas que la ubicación ha dejado en la  tensa y compleja relación tanto teórica como política que las feministas y las mujeres latinoamericanas mantenemos con los feminismos de los países centrales.