INCIHUSA   20883
INSTITUTO DE CIENCIAS HUMANAS, SOCIALES Y AMBIENTALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
La intendencia de Lagomaggiore y el imaginario sanitario: obras de higiene y salubridad en Mendoza a fines del siglo XIX (1884 – 1888)
Autor/es:
RAFFA, CECILIA
Lugar:
Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño, U.B.A
Reunión:
Jornada; IX Jornadas de Imaginarios Urbanos; 2007
Institución organizadora:
FADU- Secretaria Académica- CEHCAU
Resumen:
El descubrimiento de la enfermedad como problema social fue parte de la “ideología urbana” articulada en torno del progreso, el orden, la higiene y el bienestar, a partir de la segunda mitad del siglo XIX. En las ciudades, el tan mentado progreso se unió a las epidemias: la falta de equipamiento colectivo, las condiciones de habitabilidad de los ciudadanos (hacinados en conventillos o ranchos) y la mala calidad del agua que se consumía, fueron causas para la propagación de enfermedades que azotaron cíclicamente a las urbes. Los males comenzaron a atraer la atención de los dirigentes y es ahí donde la higiene, urbana y humana, empieza a tomar importancia como instrumento de intervención preventivo y a la vez disciplinador, convirtiéndose en parte del progreso y la civilización. La práctica higienista y los imaginarios en torno de ella, redujeron los problemas urbanos a los meramente sanitarios y morales hasta las primeras décadas del siglo XX. Ese fue el caso de Mendoza y su Barrio de las Ruinas. La ciudad colonial convertida en periferia tras el terremoto de 1861,  permaneció llena de escombros hasta iniciada la década del ’80. Es la visión higienista de fines del XIX,  la que modifica la actitud del gobierno, que comenzó a ver el peligro que era tener una zona degradada cerca de la Ciudad Nueva. En esa línea de acción está Luis Lagomaggiore. Durante su gestión frente al municipio de Mendoza (1884- 1888), se comenzaron a realizar obras sobre el relegado Barrio de las Ruinas, sector de la ciudad donde se alojaban las actividades periféricas (asilos, basurales, etc.). La imagen de zona “peligrosa y degradada” se intensificaba sobre la Ciudad Vieja, al propagarse la cantidad de  inquilinatos y conventillos, al aumentar el número de prostíbulos y bares. Con “problemas sanitarios y morales”, fue esta porción de la ciudad la afectada particularmente por la epidemia de cólera que azotó a Mendoza en el verano de 1886 y 1887. Lagomaggiore que ya había comenzado la limpieza de escombros de la Ciudad Vieja, emprendió obras para mejorar el ambiente urbano de ese sector: la construcción de redes de agua potable, la nivelación de calles y la creación de instituciones de asistencia como los lazaretos, fueron realizaciones dirigidas desde el municipio para ejercer el control del estado sanitario y la salubridad pública. Vamos a ocuparnos en este trabajo de las relaciones entre las acciones de gobierno y las imágenes en torno del higienismo. En este caso, la higiene del “otro social”: el habitante de los suburbios representado en el Barrio de las Ruinas.