INVESTIGADORES
BARBERIS Sonia Esther
congresos y reuniones científicas
Título:
Alimentos funcionales, la alimentación del futuro.
Autor/es:
HÉCTOR STURNIOLO.; SONIA BARBERIS.
Lugar:
San Luis
Reunión:
Jornada; XV Jornadas Cuidemos Nuestro Mundo; 2007
Institución organizadora:
Universidad Nacional de San Luis
Resumen:
Los objetivos de la nutrición desde la década del 50 han ido variando. Se ha buscado la calidad proteínica, la energía aportada por la alimentación diaria, y más recientemente controlar o disminuir los gastos sanitarios a través de una alimentación con un nuevo tipo de alimentos desarrollados para mejorar la salud y reducir el riesgo de contraer enfermedades. Así, llegamos a nuestros días donde la tendencia en nutrición es acentuar la importancia de los hábitos de vida diarios y donde la elección racional de alimentos se basa no solo en la composición nutricional de los mismos sino también en sus propiedades. El término functional food apareció por primera vez en Japón en los años 80, y en 1991 se estableció una categoría de alimentos potencialmente beneficiosos de uso específico para la salud: FOSHU (Foods for Specified Health Use). No existe consenso a nivel mundial sobre una definición de alimento funcional pero sí sobre la función de los mismos. Generalmente, se considera que son aquellos alimentos, que se consumen como parte de una dieta normal y contienen componentes biológicamente activos, que ofrecen beneficios para la salud y reducen el riesgo de sufrir enfermedades. Para que un alimento sea considerado funcional, debe cumplir las siguientes condiciones:? Debe existir evidencia científica suficiente acerca de los efectos beneficiosos para la salud, ya sea mejorando el estado de salud y/o disminuyendo el riesgo de contraer ciertas enfermedades. ? Debe producir efectos beneficiosos específicos sobre las funciones orgánicas, además del valor nutricional de la matriz del alimento. ? Debe ser un alimento consumido como parte de la dieta diaria, no un comprimido, ni una cápsula, ni un suplemento alimentario. Como respuesta al creciente interés sobre este tipo de alimentos, han aparecido nuevos productos y ahora el interés se centra en la necesidad de establecer normas y directrices que regulen el desarrollo y la publicidad de dichos alimentos. Uno de los problemas existentes es que los consumidores dispongan de información confiable sobre los efectos beneficiosos de un alimento funcional. En este sentido, las alegaciones de salud en los productos alimenticios, y en la publicidad y los prospectos que los acompañan, cumplen un papel esencial en la comunicación. Muchos académicos, científicos y organismos reguladores están trabajando para encontrar maneras de establecer una base científica que apoye las alegaciones beneficiosas que se asocian a los componentes funcionales o los alimentos que los contienen. Como conclusión resulta evidente que la ciencia de los alimentos funcionales va a contribuir cada vez más a la salud humana en el futuro, lo que constituirá un desafío y una responsabilidad compartida por todos los grupos que intervienen en la alimentación y nutrición humana: la industria, los entes reguladores, los científicos y las empresas comercializadoras de estos productos.